CAPÍTULO 7

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Las memorias de la infancia de Yoongi está divida en dos partes: La primera, desconcertante y frustrante, de cuando era demasiado ingenuo para comprender la razón por la cual siempre habían personas con cámaras siguiéndolos a todas partes; el por qué sus padres viajaban con demasiada frecuencia y lo dejaban a cargo de una nueva niñera y la causa de la presión que le encomendaba su madre para causar una buena impresión.

La segunda, cuando finalmente creció lo suficiente para comprender el medio en el que estaban envueltos sus padres. Un medio de entretenimiento donde, le gustara o no, había nacido. Uno que le hizo realizar el hecho de que esperaban grandes cosas de él desde el primer momento en que se supo la noticia de que vendría al mundo.

Porque su madre Jiwoo era una reconocida actriz en Corea, al igual que su padre Doyun, quien era un actor mundialmente reconocido por haber ganado varios premios de la academia. Era razonable la razón por la que ambos Alfas se sintieron decepcionados cuando Yoongi prefirió la música antes de la actuación.

A pesar de que Jiwoo y Doyun se marchaban demasiado a menudo de la ciudad, siempre que volvían tenían la costumbre de reunirse con su hijo en un restaurante llamado <<Las flores de cerezo>>, un lugar exclusivo y elegante con decoraciones de flores que cubrían de pared a techo.

Al llegar al lugar, Yoongi se detiene un segundo al ver a su madre riendo junto con su padre. Están sentados en la misma mesa circular donde se han sentado los últimos años; una luz cálida les ilumina sus atractivos rostros, mientras una parte de Yoongi desea retroceder y simplemente marcharse.

Entonces, antes de conseguir dar media vuelta, su madre se percata de su presencia y una sonrisa ilumina su rostro. Ella agita una mano animada y a Yoongi no le queda más remedio que acercarse para tomar asiento frente a ellos.

Mirando alrededor se percata de la nula presencia de personas y las mesas vacías con hermosos arreglos florales.

—Tu padre insistió en reservar todo el restaurante para nosotros tres. Le dije que era demasiado, pero ya sabes cómo es —aclara Jiwoo en un tono quisquilloso. Conserva la misma apariencia de una muñeca con brillante y sedoso cabello de oro. Su tono de labial es de un rojo intenso que reluce en su lechosa piel—. Hijito, te hemos extrañado tanto.

—Es bueno verte —dice Doyun con una sonrisa franca y, hasta cierto punto, sincera. El hombre se ha conservado tan bien como su esposa, no por nada fue nominado por segundo año consecutivo al actor con mejor rostro—. Te ves bien, Yoongi.

Yoongi asiente, extendiendo la servilleta sobre sus muslos cuando el camarero les entrega sus ordenes. Es lo mismo que siempre ordena. Los panqueques repletos de frutos rojos en la superficie, junto con un capuchino. Su padre ha ordenado un crumble de manzana y su madre únicamente una malteada.

Una vez el camarero se retira, Yoongi toma sus cubiertos para comenzar a comer.

—Ordenamos por ti, pero no estaba segura de hacerlo. Sabemos que sigues en promociones y eso significa... Cuidar tu peso —comenta su madre.

La mano de Yoongi tiembla antes de probar el bocado. Bajando lentamente el cubierto, aparta la mirada y la fija en el cristal.

—Tú estás demasiado delgada.

—¡Qué halago! —exclama la mujer soltando a reír. Yoongi está serio cuando la mira—. ¿Por qué me miras de esa forma? ¿No me has extrañado? Me enteré de tu matrimonio por las noticias. ¿Qué clase de hijo va a casarse y no le dice a su madre?

—He estado ocupado — se excusa, moviendo la argolla de plata en su dedo. Jimin y él han comenzando a usar los anillos a pesar de que todavía falta una propuesta formal cuyos preparativos espera estén listos pronto.

La Propuesta - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora