pretty boys - lizrei

08

pretty boys !!

En cuanto pisó su casa se dirigió a su habitación y se dispuso a dormir, las tareas podían esperar.

Sintió a maroo subir a su cama y recostarse a su lado y sonrió por la compañía del minino.

No tiene idea de cuanto durmió, probablemente unas dos horas y otras dos horas las desperdició pensando de más.

Se despertó por el tono de llamada de su teléfono y cuando notó el nombre, sintió que su corazón daba un vuelco, creyó que no habría que responder, pero lo hizo de igual forma.

—¿estás en casa? — es lo primero que pregunta la japonesa.

—si — dice somnolienta —. ¿Cómo te fue con jungwon? — se maldice por preguntar algo que le lastima.

—bien, avanzamos mucho — responde rápidamente —. ¿ estás en casa? — repite su pregunta.

—acabo de despertar — comenta estirándose en la cama, siendo imitada por su mascota casi al instante.

Siente que empiezan a tirar piedras por su ventana y con el ceño fruncido se levanta para encarar a la persona que estuviera molestando, porque definitivamente no estaba de humor.

Sin embargo, su mal humor y su ceño desaparecieron cuando abrió  el vidrio, encontrando a cierta japonesa que le sonríe con el rostro alzado y vuelve a escucharse por la línea.

—sorpresa — dice y jiwon no puede evitar sonreír ante aquello.

¿Su mal humor? había desaparecido, no la culpen, simplemente no puede estar enojada cuando rei es tan dulce y adorable.

—voy bajando – le dice y cuelga la llamada para correr escaleras a bajo, cree que hace un nuevo récord.

Antes de abrir la puerta suelta un suspiro, animándose mentalmente para escuchar todo lo que rei le fuera a decir de su salida con jungwon, ella podría soportarlo con tal de verla feliz.

Se mentaliza unos segundos más y al fin abre la dichosa puerta.

—creí que era broma cuando dijiste que vendrías — murmura la rubia en cuanto abre, se hace a un lado para que rei pase dentro.

La japonesa le dedica una suave sonrisa y le extiende una bolsita, jiwon la ojea y sus ojos brillan de la emoción.

—pasamos cerca de esa tienda y bueno, recordé que te había gustado y lo compre — comenta luciendo desinteresada.

Jiwon no duda en abrazarla por detrás, completamente feliz de que la japonesa le haya llevado un regalo.

—¿no era demasiado caro? No debiste hacerlo — se queja sin soltar a la pelinegra que se encoge de hombros.

—llevaré comida de casa por una semana en vez de comprar, estaré bien — dice y jiwon se siente apenada por aquello.

—pero rei — se queja logrando que la japonesa se voltee para ver el rostro de su menor.

—es un regalo, así que acéptalo — le dice y deja un beso en la mejilla de la menor —. Se cuanto te gustan esos osos — le dice y jiwon asiente.

—claro que me gustan, pero no debiste gastar tu dinero — repite, rei se encoge de hombros.

—el dinero es para gastarse y si puedo hacerte feliz con eso ya entiendo porqué es tan valioso — el corazón de jiwon enloquece ante esas palabras.

No sabe qué decir, quiere abrazarla con fuerza, besar todo su rostro y jugar con su cabello, Jiwon quiere expresarle de tantas formas su cariño pero se siente tan abrumada que solo puede balbucear.