pretty boys - lizrei

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pretty boys !!

Algo ocurría y rei lo sabía por el simple hecho de que jiwon anduviera cabizbaja y bastante fuera de si durante las primeras clases.

En cuanto le hablaba a la rubia era ignorada, pero jiwon no parecía estar al tanto, porque cuando rei le tocaba el hombro la rubia saltaba en su lugar y le pedía que lo repitiera.

Sabía que algo había pasado esa mañana, porque la noche anterior fue común para ellas. Rei odiaba no saber lo que pasaba, porque odiaba que jiwon no le dijera lo que pensaba.

También deseaba no haber escuchado parte de la conversación de jiwon con su madre, pero no pudo evitarlo cuando se trató de los sentimientos de jiwon.

Sabía que no era correcto escuchar a escondidas cuando ellas le habían dado confianza, pero la curiosidad le comía al ser la primera vez que su amiga hablaba de un posible enamoramiento.

—¿Por qué sería raro? — cuestiona  —. Ella es muy linda — escuchó que dijo la señora Kim y Rei siente que su corazón se aprieta.

ella

—¿Lo crees? — cuestiona la rubia y rei desearía tanto ver su rostro, saber qué es lo que está expresando.

—por su puesto. No tiene nada de raro que te guste alguien a los 17, raro que siguieras sin un solo enamoramiento — escucha responder a la señora Kim.

—pues este enamoramiento ha durado unos tres años — suena un poco agotada y rei se sorprende, porque no había notado a su amiga enamorada o gustando de alguien —. No se si quiera seguir intentándolo. 

—¿Lo has intentado? —  escuchó a la señora Kim decir —. ¿Le has dicho siquiera? — volvió a hablar, rei se preguntaba que gesto hacia jiwon una vez más.

—¿Cómo le puedo decir? No quiero arruinar nuestra amistad — ante las palabras de la rubia sintió su corazón detenerse.

una amiga, una amiga, una amiga.

—entonces no puedes rendirte si no le has hecho saber cómo es que te sientes, jiwon. ¿Qué tal si ella siente lo mismo? — la respiración de rei se detuvo en ese momento y volvió a la habitación antes de seguir escuchando.

Regresó a la realidad luego de recordar cómo su pecho se encogió por la mañana de solo pensar que jiwon estaba sufriendo por amar a una de sus amigas.

Estaba entre yujin, wonyo, hyunseo y... Ella.  ¿No era raro, verdad? rei también era su amiga y jiwon podría enamorarse de ella, algo de eso le ponía los pelos de punta pero no de una forma mala.

Veía el reloj avanzar, esperando a que esa clase acabara de una buena vez por todas y pudiera hablar con jiwon, intentar que le confiara sus sentimientos.

Jura que su corazón se detuvo cuando escuchó  la campana así que cuando fue hora del almuerzo la tomó de la mano logrando que la más alta le viera con sorpresa.

—¿Qué? — le cuestiona pero la japonesa no responde y simplemente la arrastra al lado contrario de la cafetería donde sus demás amigas le esperarían.

En la cabeza de jiwon, solo estaban las palabras de su madre que le pedía que se alejara, que sería lo mejor y jiwon lo sabía, estaba cansada de no ser la persona a la que rei amaba.

Quería ser egoísta, quería alejarse sin decir nada más pero si corazón no se lo permitía, rei no tenía la culpa de sus sentimientos.

Así que simplemente se dejó arrastrar hasta donde la japonesa decidiera detenerse, que fue en el patio trasero de la institución.

Jiwon tragó en seco cuando la japonesa volteo a verla con la ceja alzada y lentamente bajó su mirada hasta sus manos entrelazadas. Quería apretar el agarre,  pedirle que nunca se soltaran pero el miedo era más grande.

Aún así, jiwon no hizo nada y esperó a que rei dijera algo.

—¿Qué te ocurre, jiwon? — cuestiona de forma directa y se maldice por sonar tan dura, pero los nervios le están matando.

La rubia le observa con sorpresa que se convirtió en una especie de incomodidad que le lleva a acariciar su propio brazo con la mano libre.

Rei seguía esperando una respuesta. Eran amigas, ¿Por qué no confiaba en ella entonces? Quería pedirle que se abriera a ella, que no temiera ante su reacción.

No importaba nada, no importaba de quién estaba enamorada, ella tan solo quería que jiwon estuviera bien.

—¿De qué? — logra preguntar la rubia, algo nerviosa, tratando de sonreír para no llamar demasiado la atención.

Para su mala suerte, rei la conocía más que bien, no tanto para descubrir sus sentimientos porque jiwon nunca se había mostrado enamorada, pero si que la conocía en otros ámbitos

—jiwon, sabes que algo ocurre, anda dime — pide y teme sonar molesta.

Sabe que no está bien obligarla, pero quiere saber, su corazón late con fuerza y le pide una respuesta, está emocionado.

—no ocurre nada — dice al fin, sonriendo —. Solo estoy un poco cansada — miente y rei siente que puede romperse a llorar ahí mismo.

Ella siempre le ha confiado todo a jiwon, le dice todo y busca consejos de la menor y su corazón duele cuando se da cuenta que jiwon con confía tanto en ella.

¿Acaso había Sido una mala amiga?

—jiwon... — murmuró, no sabiendo qué decir, pero sabía que quería decir miles de cosas.

—¿Mhm?

—solo...

La japonesa había apretado sus manos entrelazadas, con la boca reseca y las lágrimas queriendo salir de sus ojos. Quería hablar, pero su mente era lenta para enviar órdenes a su boca.

Cuando al fin había acomodado sus ideas, el celular de jiwon sonó, interrumpiéndo la conversación.

La rubia respondió con su mano libre y una sonrisa aliviada de formó en su rostro, el estómago de rei se revolvió.

—si, wonyo, ya íbamos — le dice sin ver a rei —. Si, guárdame tu postre si no lo comes — pide y al parecer recibe una afirmativa por jang.

Rei observa como se agranda la sonrisa de jiwon, una brillante sonrisa que regalan la vista a esos hoyuelos.

Su corazón sigue loco, pero ya tiene la respuesta que tanto buscó. Despacio, suelta la mano de jiwon, quien le voltea a ver con extrañeza.

—vamos — pide rei y jiwon tan solo asiente lentamente, volviendo a ponerse tímida.

Está vez rei no entrelazó sus brazos, no le platicó de camino a la cafetería, tan solo caminó adelante de jiwon e ignoró ese sentimiento pesado que se había instalado en su pecho.

A jiwon le gustaba alguien.

A jiwon le gustaba una amiga.

Esa amiga era wonyo.

Esa amiga no era ella.

Y por alguna razón, no le sentaba bien.

pipipipi