Unexpected love | JinKook {Omegaverse}

Capítulo uno

Advertencia: Contenido +18

JungKook jamás había pensado que podría atreverse a hacer algo así. Él, a pesar de ser bastante atractivo, siempre fue muy tímido e introvertido.

Tal vez eran las gotas de alcohol en su sistema que lo hicieron perder toda cordura y timidez.

Se sentía terriblemente excitado, deseoso y necesitado de la atención de ese alfa. Sentía su cuerpo arder en llamas. Gritaba con fuerza, arañaba la espalda del chico guapo que lo penetrana con fuerza. Sentía su cuerpo derretirse.

Se preguntó cuando fue la última vez que realmente disfruto del sexo tanto como esa noche. Probablemente nunca.
Nunca nadie le había generado ese tipo de sensación anhelante, que le hacía pedir a gritos por más.

Afortunadamente el chico sobre su cuerpo era muy atractivo, ojos avellana, cabello negro, labios gruesos, piel de porcelana y un cuerpo muy sexy.

Mientras el otro chico arremetia contra su cuerpo, con los ojos cerrados, el cabello pegándose en su frente debido al sudor y su labio inferior atrapado entre sus dientes, con una expresión de placer, se dijo a sí mismo que estaba valiendo completamente la pena. No le importaba haber dejado a sus amigos en aquel club, ni mucho menos la esperada llamada de atención que sus padres le harían por la mañana.

Ahora sólo podía pensar en lo delicioso que ese chico se lo estaba haciendo. Se sentía incluso mareado ante la mezcla de sensaciones en su cuerpo.

Era lógico que ese chico era mucho más experto en esto que él. Mucho más.
Él sólo había tenido un novio formal y un "casi algo", con quienes a pesar de disfrutar las relaciones, jamás le hicieron sentir lo que ahora. No podía ponerlo en palabras.

Eso, sumado a que el chico tenía 25 años. 4 años mayor.

-Estas tan estrecho... -La voz del más alto lo sacó de su ensoñación. Esa sexy y ronca voz en su oído que le causó un escalofrío en su espina dorsal-. Maldición, me encanta...

Una sonrisa coqueta apareció en su rostro.

-¿Así te gusta más? -Su tono de voz era igual de sensual que el del otro. Movió sus caderas junto con las embestidas.

El pelinegro soltó un gemido fuerte, dándole una respuesta.

-Eres demasiado atrevido... Me gusta -Le sonrío de la misma forma antes de atrapar sus labios en un beso hambriento.

Al igual que sus muñecas contra la cama, sobre su cabeza.

Las embestidas eran fuertes y concisas. Era la primera vez en su vida que la cama realmente rechinaba con fuerza. Creía que eso era algo que no podría suceder.

Creía.
La base de la cama golpeaba la pared, haciendo un sonido fuerte que podría advertir a las demás habitaciones de lo que estaba ocurriendo ahí.

No le podía importar menos. Lo estaba disfrutando.

Aprovechó el momento para darse la vuelta, quedando boca abajo. El mayor se detuvo, justo cuando el castaño giró su rostro.

Hizo su mejor cara de suplica antes de levantar sus caderas.

-Toma todo... -Susurró entre jadeos, pestañeando tranquilamente-. ¿No lo quieres? Es tuyo esta noche...

El más alto sonrío con satisfacción antes de sujetar sus caderas con fuerza y entrar en su cuerpo de golpe.

-Por supuesto que lo quiero... Lo quiero todo -Respondió con voz cortada.

La habitación era un completo desastre. Tanto como ellos lo eran...

Sin embargo, ¿Cómo fue que terminaron así?