𝐂𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝟑

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— A-Jie…

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— A-Jie…

Ye Jinglei llamó débilmente abriendo sus ojos, su segunda hermana estaba sentada a su lado con la mirada perdida mientras acariciaba sus cabellos.

— N-No has… dejado a Jin-ge en el… hielo, ¿verdad? —preguntó con preocupación intentando tomar la mano de su hermana sin éxito.

— Está bien —respondió resoplando con gracia—. Hay que ver. Has estado durmiendo por un día entero, pero lo primero que haces al despertarte es preocuparte por él —Li Susu bufó sin comprender la actitud de su nueva hermana menor.

Ye Jinglei seguía mostrando bondad hacia el futuro Dios Diablo cuando era debido a él que había terminado perdiendo la conciencia.

— Tu cuñado fue con Chuntao y Baimei a por otro balde de agua para ti —contestó al ver su mirada dudosa—. Mira, ahí vienen —apuntó observando a las tres figuras posicionándose detrás de las puertas—. ¿Contenta? Tu cuñado está perfectamente.

— A-Jie, eres la mejor —sonrió rodeando la cintura de su hermana cómo pudo mientras oía los suspiros de alivio de Baimei y Chuntao.

«Nunca esperé que el cuerpo de Ye Jinglei fuera tan débil, haciendo que duerma todo un día.

— ¿Te molesta?

¿Cómo se supone que busque una manera de regresar si no soy capaz de salir de esta mansión? Es lo mismo a que me digas que me quede a morir aquí y me olvide de mi familia.

— Muy bien. Te haré un favor, pero más te vale esmerarte más entonces

— Baimei —llamó Ye Xiwu acariciando el cabello de Ye Jinglei con delicadeza—, ve a traerle el desayuno a A-Lei. Y tú, no vuelvas a escaparte así —regañó apuntando hacia su hermana mientras la observaba con preocupación.

Ye Xiwu había ordenado que Tantai Jin se mantuviera junto a Ye Jinglei y avisara cuando la viera despertar, fue la primera vez que Tantai Jin estuvo en unos aposentos tan cálidos.

Tantai Jin veía como la abuela Ye, Ye Xiao y Ye Zeyu entraban pasado corto tiempo a ver a Ye Jinglei mientras él se quedaba de pie en una esquina observando la escena amorosa. Baimei le traía tres porciones de comida: una para él, otra para ella y la última para Ye Jinglei, si despertaba. Fue la primera vez que Tantai Jin fue capaz de comer una comida decente y sin nadie que lo menospreciara.

Aunque Baimei lo miraba con recelo a veces, esos momentos se desvanecían cuando comenzaban a cuidar a Ye Jinglei o cuando preguntaba sobre ella. Baimei respondía de inmediato con entusiasmo y cariño describiendo lo inocente y bondadosa que era su señorita, aunque algo traviesa. Baimei se enorgullecía de haberla servido desde niña pues ambas tenían la misma edad.

缘分 | ÉPERDUMENT AMOUREUX || TANTAI JIN [𝐒𝐏𝐀𝐍𝐈𝐒𝐇 𝐕𝐄𝐑.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora