𝐂𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝟐

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El viento soplaba con fuerza durante la noche y el tercer día no tardaría en llegar. Tantai Jin continuaba arrodillado en el hielo con los ojos cerrados tambaleándose con el viento, no resistiría mucho más así. Pero por más cansado que estuviera pudo escuchar la madera crujir debido a las pisadas de alguien. 

Tantai Jin abrió sus ojos encontrándose a la tercera señorita Ye llevando varias mantas en sus manos mientras intentaba caminar por el lugar con sigilo. Tantai Jin estaba al tanto, como todos en la mansión, que a la tercera señorita Ye le encantaba salir a escondidas de su habitación y hacer alguna que otra travesura así que simplemente ignoró su presencia. No tenía nada que ver con él.

— ¿Qué hace? —preguntó en voz baja abriendo nuevamente los ojos al sentir un peso sobre sus hombros y una calidez comenzar a rodearlo.

— Ya que mi hermana no piensa levantarte el castigo, me quedaré contigo hasta que lo haga —respondió sonriendo mientras se sentaba frente a él—. Parecía que ibas a desmayarte del frío.

— No se preocupe por mí, será mejor que vuelva a sus aposentos o cogerá otro resfriado.

Las manos de Tantai Jin intentaron quitar las mantas que ahora había sobre su cuerpo, tal y como había hecho con la capa de esa misma mañana, pero las manos de Ye Jinglei lo detuvieron de inmediato.

— Vas a congelarte de verdad si te las quitas —habló con seriedad tomando las manos congeladas del hombre e intentando calentarlas con las suyas—. Estaré bien, un poco de frío no me hará nada —aseguró sonriendo con inocencia—, por eso traje las mantas. Estoy segura de que mi hermana te levantará el castigo al verme aquí afuera —comentó llevando un dedo a sus labios como si le hubiera contado un secreto.

Tantai Jin no pudo evitar reír en seco ante su ocurrencia, era más probable que Ye Xiwu esperase a que Ye Jinglei estuviera débil hasta desmayarse para llevársela al interior antes que levantarle el castigo.

— No debería perder su tiempo, señorita —negó retrayendo sus manos del agarre cálido de Ye Jinglei.

— Eres el esposo de mi hermana, ¿no? —preguntó frunciendo el ceño.

Algo en lo que había dicho parecía haberle molestado de alguna forma.

— Así es.

— Entonces eres mi cuñado, ¿verdad?

— Sí —contestó sin comprender a dónde quería llegar.

— Entonces, ¿por qué me tratas tan formalmente? —cuestionó ladeando la cabeza confundida— ¿Puedo llamarte Jin-ge? —preguntó nuevamente, esta vez sonriendo mientras esperaba su respuesta— A cambio puedes llamarme A-Lei, toda la familia lo hace. No puedes ser el único en no hacerlo.

Al final Ye Jinglei continuó hablando por sí sola sin dejarle responder, parecía haber llegado a la conclusión de que no había otra solución que llamarle Jin-ge mientras que él debía llamarla A-Lei o algún tipo de diminutivo.

缘分 | ÉPERDUMENT AMOUREUX || TANTAI JIN [𝐒𝐏𝐀𝐍𝐈𝐒𝐇 𝐕𝐄𝐑.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora