𝐂𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝟐𝟓

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El regalo de Sang You continuaba siendo su lugar seguro, se había sumergido en el río Mohe con la vana esperanza de que este siguiera en pie y para su sorpresa así fue

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El regalo de Sang You continuaba siendo su lugar seguro, se había sumergido en el río Mohe con la vana esperanza de que este siguiera en pie y para su sorpresa así fue. Todo estaba tal y como lo recordaba, tanto que tenía la creencia de que en algún momento Sang You aparecería de la nada y la abrazaría por detrás susurrando en su oído palabras de amor.

Tal vez no fuera Yue. Tal vez era Ye Jinglei. Tal vez no era ninguna, pero eso no quitaba el hecho de que poseía los recuerdos de Yue y no de Ye Jinglei.

Había un sentimiento de familiaridad en los recuerdos que Li Susu había mostrado a todos, pero a su vez se sentían ajenos porque de no ser porque habían sido extraídos jamás habría sabido de su existencia.

Aún así, sentía curiosidad por la vida de Ye Jinglei, su supuesta vida. Deseaba saber porque solo era capaz de recordar la vida de Yue.

— A-You, ¿qué crees que debería hacer? —cuestionó a las flores esperando una respuesta que nunca llegaría.

Había decidido darle una oportunidad a Cang Jiumin, pero en el fondo seguía sintiéndose insegura. Había tantas cosas que podían salir mal y… y había jurado no amar más a Ming Ye o al Dios Diablo.

Bueno, Yue lo había hecho, pero, a pesar de todo, se sentía como si lo hubiese hecho ella misma porque el dolor en su corazón seguían presentes.

Y, antes de darse cuenta, de sus labios salieron todos sus pensamientos, hasta los que no sabía que existían.

Desde los que hacía años creía enterrados hasta la actualidad, dejó que todas sus preocupaciones nadaran por el río sin rumbo fijo.

— Ai… —comenzó a decir Yuexing antes de detenerse desconcertada.

¿Quién era Ai? No podía recordarlo y, aún así, ese nombre parecía albergar más recuerdos y sentimientos que tenía la sensación que en verdad le pertenecían, no como los pocos que había visto de Ye Jinglei o los que eran de Yue y ahora había aprendido que no eran verdaderamente suyos.

Sin embargo, no importaba cuánto intentara hacer memoria, no era capaz de recordar porque aquel nombre había salido de su boca.

— Aunque…

¿Por qué tenía la certeza de que se trataba de un nombre?

Cang Jiumin observó con orgullo su obra maestra. Todo sería perfecto para cuando llevara a Yuexing a ver el atardecer a las orillas del río Mohe. Tenues luces, flores esparcidas estratégicamente por la orilla y la preparación para lanzar la técnica de su maestro para que acompañara el momento cuando fuera correcto.

Ahora solo faltaba recoger a Yuexing.

Se suponía que estaría en su cabaña, pues al ser uno de los pocos lugares que seguían intactos se sentía en paz volviendo a ellos, pero no la encontró ahí. Tampoco estaba en ninguna de las dos sectas, pero Gongye Jiwu fue lo suficientemente amable como para comentarle sobre el lugar que Yuexing le había mencionado alguna vez y que él había olvidado del sueño de Ming Ye.

缘分 | ÉPERDUMENT AMOUREUX || TANTAI JIN [𝐒𝐏𝐀𝐍𝐈𝐒𝐇 𝐕𝐄𝐑.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora