𝐂𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝟓

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Todos en la mansión observaban con preocupación el cuello vendado de Ye Jinglei

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Todos en la mansión observaban con preocupación el cuello vendado de Ye Jinglei. La tercera señorita continuaba sonriendo mientras jugaba con el gato del discípulo de la secta Xiaoyao, ajena a esas miradas. Nadie creía sus palabras cuando contó que su pesadilla había sido que todos la odiaban y la veían como una molestia, Ye Jinglei no sabía mentir y mucho menos si las marcas de las manos de un hombre se posaban en su frágil cuello por tantos días, parecía incluso asustarse si un hombre se acercaba mucho de repente.

Sin duda, nadie creía la mentira que Ye Jinglei había dicho pero fingían aceptarla al ver que no quería hablar de ello.

— Parece que le gustas mucho.

El sexto príncipe comentó sonriendo al ver al gato de su tío marcial disfrutar de las caricias que Ye Jinglei le daba.

— Es muy lindo, gracias por dejarme tenerlo durante las revisiones.

Ye Jinglei observó sonriente al discípulo Pang Yizhi mientras le devolvía al gato.

— Me alegro de que tenerlo a su lado la calme.

— Lin-ge, ¿cómo están mis hermanas mayores? —preguntó observándolo con los ojos llenos de preocupación— Escuché que ninguna ha despertado aún.

— No te preocupes —tranquilizó acariciando su cabello con cariño—. Fuiste a ver a Bingchang está mañana, despertó y está recuperándose ahora. Tu segunda hermana y su esposo también están bien, vinieron a verla cuando iba a marcharme.

— Es un alivio.

— A-Lei, voy a casarme con Bingchang.

— ¿De verdad? Eso significa que serás mi familia oficialmente, ¿no? —preguntó con sus ojos brillando de ilusión— ¡Ah, no puedo esperar para ver cómo será! Mi hermana debe estar tan contenta, estoy segura de que se verá hermosa en su vestido de novia.

Ye Jinglei divagaba sonriente imaginándose el gran evento, pero entonces su ánimo decayó al recordar un mísero detalle.

— Lin-ge… podré ir a la boda, ¿verdad?

— Claro que sí, ¿cómo vamos a celebrar una boda sin nuestra pequeña A-Lei?

El sexto príncipe sonreía mientras disipaba las dudas de la tercera señorita, quién recuperó su animada actitud mientras hacía pregunta tras pregunta sin parar.

Así el gran día llegó y, por fin, Ye Jinglei fue capaz de salir de la mansión por primera vez aunque fuera solo hacia otra mansión. Observó con entusiasmo el nuevo entorno y los nuevos rostros que veía en cada esquina.

缘分 | ÉPERDUMENT AMOUREUX || TANTAI JIN [𝐒𝐏𝐀𝐍𝐈𝐒𝐇 𝐕𝐄𝐑.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora