𝐂𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝟐𝟐

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Hace quinientos años, cuando Tantai Jin recobró la consciencia encontrándose con la nieve cayendo sobre su cuerpo y sin ningún rastro de Ye Jinglei, pues el cuerpo de Ye Xiwu estaba literalmente junto a él, buscó desesperado hasta que Nian Baiyu t...

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Hace quinientos años, cuando Tantai Jin recobró la consciencia encontrándose con la nieve cayendo sobre su cuerpo y sin ningún rastro de Ye Jinglei, pues el cuerpo de Ye Xiwu estaba literalmente junto a él, buscó desesperado hasta que Nian Baiyu tuvo que restringirlo.

— ¿Dónde está? ¡¿Dónde está?!

— La segunda señorita y usted fueron los únicos en caer —respondió con pesar la mano derecha del rey.

— ¡Pues encuéntrenla! ¡No me interesa esta impostora!

Quería a la verdadera A-Lei. Quería a aquella A-Lei con la que había convivido todo este tiempo, la que otros conocían no podía importarle menos. Quería saber por qué no quería ser llamada así, ¿por qué otro quería que la llamaran?

— Lo haré yo mismo —masculló con molestia intentando levantarse sin éxito cayendo de bruces contra el suelo nevado nuevamente.

Sin embargo, no estaba dispuesto a rendirse y lo intentó una y otra vez hasta que su cuerpo gastó toda la poca energía que le quedaba.

— Majestad…

— ¡¿Qué?! —bramó tirando de su cabello de la frustración.

— Creo que debería detenerse y entrar a descansar —sugirió con cautela mientras la multitud que quedaba continuaba esperando por alguna orden.

— ¿Descansar? —rió— ¿Cómo demonios quieres que descanse si no sé dónde se encuentra la razón de mi existencia? ¡¿Eh?!

— Majestad —llamó, no Nian Baiyu, sino un malherido y cojeante Ye Qingyu con seriedad—, por favor ponga fin a este berrinche y vaya al interior.

— ¡Estamos hablando de tu hermana menor!

— También es mi hermana mayor quien se encuentra muerta a su lado, he visto los cuerpos de mi padre y mi hermano mayor, y he despertado con el cuerpo de Pian Ran sobre el mío —enumeró con seriedad tensando la mandíbula—. Así que créame cuando le digo que lo entiendo mejor que nadie, pero que este no es el momento ni el lugar para hacer tal escena.

El rey y el general se observaron en silencio por unos largos segundos, ambos parecían estar a punto de comenzar una pelea.

— Bien… —murmuró entre dientes Tantai Jin cediendo mientras aceptaba la ayuda de Nian Baiyu para incorporarse.

Ye Qingyu observó en silencio como se marchaba al mismo tiempo que escuchaba una risa aniñada que solamente él oía retumbar por el lugar.

— ¿Me explicarás ahora quién eres y qué demonios quieres? —cuestionó en voz baja mientras la multitud comenzaba a dispersarse, en la mano que mantenía en un puño contra su pecho se encontraba una piedra negriza.

Todo a su debido tiempo, niño. Consigue que Nian Baiyu lo lleve con su tribu y te lo diré.

Ye Qingyu bufó, ¿cómo se suponía que lograra eso? ¿Con qué excusa haría que esa petición diera resultado?

缘分 | ÉPERDUMENT AMOUREUX || TANTAI JIN [𝐒𝐏𝐀𝐍𝐈𝐒𝐇 𝐕𝐄𝐑.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora