ch. 013

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TRECE:
salida a hogsmeade

TRECE:salida a hogsmeade

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DIONE DUDÓ EN SEGUIR a Harry por el pasadizo de la estatua de la bruja. Pensó en dejarlo ir solo, no quería someterse a estar a solas con él en un viaje de una hora. Ni siquiera deseaba ir a Hogsmeade, salir de su cuarto o, aún menos, abandonar el castillo. Su único deseo era saldar su deuda con los gemelos y así poder alejarse de ellos sin ningún resentimiento. Por lo tanto, entró de mala gana.

Se deslizó por un largo trecho de lo que parecía un tobogán de piedra y aterrizó en una tierra fría y húmeda. Harry ya estaba allí, iluminando el lugar con su varita y llevando una mochila que antes no tenía.

—El camino es largo, pero ya lo conozco, así que nos demoraremos menos —dijo Harry. También parecía incómodo con ella.

—¿Cómo supiste de este lugar? —preguntó Dione.

—Los gemelos me lo enseñaron —Dione asintió, esperando esa respuesta.

Empezaron a caminar a paso apresurado. Ninguno de los dos hablaba, pero Harry giraba a verla de vez en cuando. Dione no sabía si lo hacía para asegurarse de que ella le seguía el paso o porque tenía algo que decirle.

—Dione —Harry finalmente habló—, ¿supiste lo que pasó en la torre de Gryffindor?

—¿Hay alguien que no lo sepa?

Obviamente, lo sabía. No había mago, bruja o fantasma en Hogwarts que no se hubiera enterado de que Sirius Black había entrado a la torre de Gryffindor la noche después del partido. Se decía que había utilizado un papel con las contraseñas escritas por un tal Neville Longbottom, que llevaba un cuchillo largo y se dirigió directamente al dormitorio de los niños, a la habitación que compartían Ron, Harry y otros chicos. Lo había descubierto Ron, quien gritó, haciendo que el hombre se escapara.

Durante esos días, Dione había intentado contactar a Sirius, pero le fue imposible; no se encontraba con Crookshanks y la seguridad en Hogwarts había aumentado al punto de que no podía recorrer los pasillos en paz, y menos aún salir del castillo sin que entraran sospechas. Dione se sentía culpable; si no hubiera asumido las cosas y le hubiera avisado a Sirius de que Pettigrew ya no estaba con Ron, podrían haber evitado ese lío.

—Bueno, sí... —carraspeó Harry—. Ya que lo conociste, ¿tú sabrías por qué...?

—¿Por qué no mató a Ron?

Harry se quedó quieto por un momento, pero asintió y siguió andando.

—¿Por qué simplemente se fue?

—Porque no encontró lo que buscaba —el chico frunció el ceño—. Harry, ¿realmente sabes quién es su objetivo?

El camino resultó ser más largo de lo que Dione había pensado. Estaba segura de que habían corrido durante más de una hora cuando finalmente llegaron al pie de una escalera de piedra. Respiraba con fuerza, tratando de recuperar aire. No se sentía bien, no había dormido ni comido bien en los últimos días, y el esfuerzo físico solo aumentó su cansancio. Harry sacó algo de su maleta, una capa color gris plateado. Dione la miró, y la perplejidad brilló en sus ojos.

☉ temporal paradox | gemelos weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora