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UNO:
el caldero chorreante

UNO:el caldero chorreante

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LA PLUMA SE DETUVO, ya no se deslizaba por la hoja, Dione dudó un momento, releyendo varias veces con un tono melódico lo que acababa de escribir. Frunció el ceño al notar que una de las palabras no sonaba bien con el resto, rápidamente la tachó y empezó a probar otras en voz alta con ligeros tarareos. Justo cuando sintió que la palabra que buscaba estaba en la punta de su lengua, unos golpeteos resonaron. Dione cerró con rapidez la libreta de cuero y levantó la vista, sus nervios no se relajaron hasta notar cuál era el origen del ruido.

Dos aves coloridas revoloteaban en la ventana, una de ellas cargaba una carta en su pico. No eran desconocidas para ella. Para evitar que el Ministerio de Magia lo encontrara, y por lo tanto evitar Azkaban, Sirius había decidido comunicarse por medio de esas aves. No estaban controladas como las lechuzas y eran más comunes para los muggles que para los magos, por lo que no levantaban sospechas.

Dione se levantó del suelo y abrió la ventana. Las aves entraron con silbidos de alegría y le dejaron la carta encima de la cama mientras seguían revoloteando alrededor del cuarto, haciendo ruidos de euforia. Dione tomó la carta, la abrió y leyó:

Dione,

Me alegra mucho que pronto te vayas a encontrar con Harry y los demás. Se que te cuesta mantener el contacto por medio de cartas, así que es un alivio que vayas a estar en un mismo espacio con ellos. También agradece a los Wilde de mi parte (sin mencionarme, claro). Sé que en un principio no estaba convencido, pero me he dadó cuenta de lo mucho que te han ayudado. Y que no se me olvidé Tom.

Esperó que disfrutes el partido.

Sirius.

Dione terminó de leer la carta y la guardo en una carpeta que se encontraba junto a sus libros escolares. Ahí guardaba todas las cartas que recibía, no importaba que solo tuvieran escritos detalles aparentemente tontos. Las conservaba por si en algún momento las necesitaba, por si se le olvidaba alguna información dentro de ellas, o simplemente porque no quería desecharlas. Entre las cartas, estaba la de Hermione contándole acerca de la profesión muggle que ejercian sus padres. la odontología, también las cartas de Luna con los dibujos que le mandaba. Y entre ellas también vislumbró la carta que George le había enviado para cuadrar el lugar de encuentro. Cerró la carpeta y levantó la vista a las aves, ya posadas en uno de los muebles del cuarto. Tomó unas tapas que tenía y sirvió agua en ellas para las aves. Dejó la ventana abierta.

Después, agarró la libreta donde estaba escribiendo, la miró un momento y la empujó al fondo del baúl que se encontraba al lado de la cama. A pesar de que todavía faltaba tiempo para que las vacaciones terminarán, ya había alistado las cosas del colegio. Hoy iba a irse del Caldero Chorreante, pero antes de ir a algún lado, iba a despedirse del profesor Lin. El día anterior había sido su última cita antes del comienzo de clases y quería darle algo en agradecimiento por haber estado tan al pendiente de ella.

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⏰ Última actualización: Jul 13 ⏰

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