EL CHICO DE LA BIBLIOTECA #1 (Bilogía Hermanos Jonhson)

CAPÍTULO 4: ¿Como te fue la cita?

Llegué al instituto entusiasmada para saber cómo le fue la cita a mi amiga Andrea y para contarle que yo también tuve una cita. Y, para mi sorpresa, Andrea estaba con Luke, parece que me fue bien la cita, por lo que veo.
—Hola, ¿interrumpo algo?— dije con una sonrisa traviesa mirando a mi amiga y a Luke.
—No, que va— dijo Luke—, yo ya me iba.
Luke se dio la vuelta y se fue. Miré otra vez traviesa a mi amiga.
—Bueno, bueno, ¿tienes que contarme algo Andreíta?
—Por supuesto Maddison mía— dijo Andrea siguiendome el rollo—. Fue genial, tía. Llegó super puntual y encima super educado. Después él pagó y nos besamos.
—¿PERDONA?— dije sorprendida— ¿¡En tu primera maldita cita con Luke diste tu primer beso?!
—SIIII— Afirmó ella entusiasmada.
—Cuentame los detalles YA— dije curiosa.
—Pues nada del otro mundo, notamos buena energía y me preguntó si quería y pues obvio le dije que si, entonces sucedió.
—JODER— dije alucinando—, parece de película. Pues yo tengo que contarte una cosita.
—Pues cuéntame— dijo intrigada.
—Pues el otro día fui a la biblioteca a por un libro y conocí a un chico super guapo llamado Mike. Pues le escribí por Instagram y me dijo si quería quedar con él así que quedamos y ahora es mi amigo.
—Espera, ¿que?— dijo con los ojos como platos.
—Si, las dos tuvimos una cita ayer— dije sonriéndole mientras ella seguía procesando.
Andrea es la mejor amiga del mundo, de pequeña nadie me hacía caso y un día cualquiera fui a por un libro y entonces empezamos a charlar sobre libros. Ella siempre a estado para mí y yo para ella.
Horas después, cuando me disponía a ir directa a mi casa con tanta hambre que me moría, se me acercó Andrea.
—Oye tía— dijo ella tocándome el hombro cosa que hizo que sobresaltara—. Perdón por asustarte, quería decirte que está noche hay una fiesta en casa de Jonathan, por si te quieres pasar.
—Luego te digo, primero necesito la confirmación de mis padres, ya sabes, son super protectores.
—Vale tía, te quiero.
—Yo más— dije y me fui directa a mi casa.
—Ya he llegado— dije cerrando la puerta y dejando las llaves en el mueble.
No obtuve respuesta pero porque estaban preparando la mesa. No me preocupé ni en subir a mi habitación para dejar la mochila, me la quité de la espalda y la dejé al lado de las escaleras. Me senté en la mesa y empezamos a comer.
—Oye— dije—, ya se que probablemente no me dejéis pero, porfavor, este trimestre he estudiado un montón y mis notas son geniales, probablemente obtenga matrícula así que, os lo ruego, ¿me dejáis ir a una fiesta?
— Principalmente si no hubieras hecho todo ese monólogo te hubiera dicho que no pero— dijo mi padre—, la verdad es que tienes razón, este trimestre no has parado de trabajar así que— antes de continuar, mi padre miró a mi madre para ver si confirmación, ella asintió así que él siguió—, te dejamos ir.
—Muchísimas gracias, ¡os quiero!