La Reina De Vuelta (The Lost Stone 1)

7 - Soledad

Selene

Mis emociones se sienten como a fuerte tormenta de colores oscuros y abrasadores, no siento nada y a la vez todo. Estuve tanto tiempo en el limbo que ya no se que hacer acá ni cuál es mi lugar.

Pienso.

Nada viene a mi mente.

Pienso.

Nada.

Salgo de la habitación y veo las enormes escaleras que quedan frente a ella, velas alrededor, todo gigante. Bajo lentamente y una vez que llego a abajo cruzo un pasillo hacia donde queda la chimenea y unos cuantos muebles. Era mi segundo lugar favorito del castillo, casi nadie estaba allí y podía pensar en paz. Ponía mis pensamientos en orden mientras miraba el fuego.

Cuando voy acercándome escucho unas voces, no estoy sola. Suenan a adolescentes. Me acerco y veo a través de la puerta. Hay tres chicos y dos chicas. No alcanzo a ver a la otra. Están sentados con los pies cruzados alrededor de la pequeña mesa, frente al fuego.

Sueltan risas.

—Debiste ver la cara de Delilah —suelta una chica, riendo mientras mira al chico a su lado.

Delilah.

La chica que Haldor me presentó.

—Ya basta —dice Delilah, girando los ojos para después reírse suavemente —¿Saben a dónde deberíamos ir realmente?

—¿A dónde? —pregunta un chico que la mira con dulzura. Es el asistente de Haldor. También estaban juntos en la fiesta.

—Al lugar en donde vive La Bruja.

—¿La Bruja?

Delilah asiente.

—¿Lo han escuchado, cierto? Dicen que ella puede predecir el futuro, incluso cambiarlo. Claramente tiene un precio, como todo.

Un chico ríe.

—No creo que eso sea verdad.

—No debes negar nunca ninguna posibilidad. El mundo es demasiado increíble.

—Bien, ¿Y qué pretendes con decirnos eso?

Delilah mira al chico castaño con una sonrisa cómplice, al tiempo en que ambos se voltean hacia ellos. En el momento en que lo entienden el chico que estaba hablando anteriormente abre a boca y niega rotundamente con la cabeza.

—No, no...

—¡Vamos, será divertido!

—¿Qué tiene de divertido ir a ver a una bruja?

—¡Todo! ¿Acaso no quieres saber tu futuro?

—Eh, ¿No?

Ella rueda los ojos y siguen hablando, pero no logro escuchar ya que me alejo. No tengo nada que hacer ahí, esto ya no es como antes. No puedo volver a sentarme y estar sola ahí jamás. No puedo ser adolescente de nuevo. No puedo preocuparme solo por encontrar amor.

Las cosas han cambiado.

Camino lentamente con la mirada hacia abajo. Decido mejor subir al cuarto y dormir de una vez.

Cuando voy subiendo me hundo en mis pensamientos. Realmente no tengo idea de qué será mi vida aquí. Qué pasará con la piedra y...

—¿Qué haces?

Me asusto al escuchar a Haldor en frente de mí, tiene el ceño fruncido y tiene solo un bóxer, revelando su torso desnudo.

Chasquea los dedos frente a mí.