Apología | Miguel O'Hara

Capitulo 7: Poli multiverso aracno humanoide

Estamos de regresos chiquitos, ahora si agárrense que la super intro se acabo y aquí viene el puro drama y el degenere. Ahora si que vamos a estar echando "demaye", y nos va a encantar.

Este capitulo se lo queremos dedicar a: @dixiex2

Quien nos hizo muy feliz con un comentario y nos lleno el corazoncito de esperanza, este va por ti chulx.

Ya saben como esta la dinámica, se van a ir intercalando un capitulo y un capitulo entre Miguel y Moon para que conozcan bien como es su punto de vista y recuerdos independientes del coprotagonista y una vez que ellos realmente tengan una cruce, digamos, mas estable y solido, ahora si los capítulos ya no serán tan enfocados en uno o en otro.

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La frente de Miguel transpiraba, diminutas gotas se apiñaban formando otras aun mas grandes. Su cuerpo yacía en una amplia cama, sin muchos detalles o decoraciones, solo 2 almohadas en negro, al igual que unas ligeras sabanas.

El ceño de Miguel se mostraba arrugado, a pesar de encontrarse bajo un pesado sueño. O al parecer una pesadilla.

Su respiración era algo entrecortada y de un momento a otro unos pequeños espasmos invadieron su cuerpo. Impidiéndole continuar con su descanso.

Ambos ojos se abrieron de topetazo, en un movimiento veloz tomo asiento en esa amplia y solitaria cama. Su gesto se encontraba confundido y alterado, su respiración era acelerada.

Sus enormes manos pasaron a través de su rostro, en un intento de apartar las gotas de sudor que amenazaban por caer sobre sus ojos y siguieron camino hasta su desaliñado cabello.

Lanzo un suspiro al aire y se levanto de la cómoda cama, se acerco a una armario frente a la cama y de este tomo un pantalón deportivo en gris y una playera de cuello redondo negra, la cual parecía a punto de romperse debido a lo ajustada que se notaba, se ceñía bastante bien a sus brazos, pecho y abdomen.

Salió de aquel apartamento y camino hacia el cuartel de la sociedad arácnida, no quedaba muy retirado de su vivienda. Por obvias razones.

No transitaba por ahí ni un alma, verifico la hora en su gizmo "3:15 am", era natural, sobre todo para un Spider querer descansar, incluso los que no, aprovechaban las madrugadas para regresar a sus universos y patrullar sus ciudades.

Llego a su área de trabajo y subió a la plataforma, activo los hologramas y busco nuevamente un universo: T-1611. La imagen era constante, no había cambiado, era exactamente la misma que había visto hace unos días, era solo una imagen en negro.

Llamo a su asistente Lyla, algo le decía que no era buena idea llamarla, pero una enorme duda le carcomía la cabeza y la reciente recuperación de sus recuerdo solo acrecentaban la ansiedad de Miguel.

-Lyla...

La pequeña IA Lyla apareció con una bata "pachoncita" en color blanco, era larga y cubría sus rodillas, unas pantuflas en blanco con orejas de conejo y un antifaz para dormir desacomodado que se encontraba colocado sobre su cabeza, mostrando su cabello alborotado y bajo uno de sus brazos se podía ver una almohada.

- Buenas noches Miguel -Un bostezo salió de su pequeña boquita.

- Confírmame ¿Qué universo estoy viendo? - hablo sin ningún interés en el saludo de Lyla.

- Buenas, noches, Miguel -Lyla se cruzo de brazos dejando caer al suelo su pequeña almohada, se coloco frente a los ojos de Miguel, justo entre cada uno y tan cerca de su rostro, obligándolo a hacer bizcos con sus ojos.

-Buenas noches Lyla, ahora ¿Serias tan amable de hacer el trabajo para el cual te programe? - Sacudió su mano frente a su rostro como quien intenta espantar un mosquito, el cuerpo de Lyla solo se pixeleo un poco pero no se inmuto, torció la boca en un gesto de desagrado y sus ropas cambiaron rápidamente a la habituales.