El mutismo de Miguel únicamente impacientaba a Moon, el cartílago cricoides del moreno subía y bajaba al compas del paso de saliva por su garganta. Sus labios lucían algo rígidos, apretados, como si algo detuviera sus palabras.
Y si, algo las detenía.
Su orgullo.
En un arrebato de locura y cierta intimidación Miguel a primera hora de la mañana tomo el gizmo bien conservado y camino determinado hacia la habitación de Moon, poco había pensado en lo que diría, pero estaba sumamente seguro de que el quería tener la primera y la ultima palabra.
No es desconocido para nadie que en el mundo arácnido del reino animal, la hembra era quien predominaba tanto en tamaño y de forma jerárquica y también, no era secreto para nadie que tanto Miguel como Moon eran mas araña que el mismo Peter Parker, en su ADN corría material genético arácnido, casi en un 50%.
Ese 50% de material genético que daba estructura a las dobles hélices de ADN de Miguel respondieron de forma fisiológica y etiológica ante la amenaza de Moon, que si bien, su situación era similar.
En su existencia, nunca nadie había sido capaz de encarar a Miguel de tal forma que provocara que sus rodillas temblaran tanto de miedo como de cierto entusiasmo.
¡Carajo! se vio dominado por una mujer y le provoco una fascinación indescriptible.
Y si bien, se sabe que las arañas macho van en busca de las hembras, siguiendo el rastro de sus feromonas.
Y en ese preciso momento un olor dulce, acaramelado, invadió sus fosas nasales. El aroma que emergía tras la puerta era exquisito, un olor agradable al olfato, fuerte, pero a la vez tan tenue que no empalagaba ni al mas amargo ser.
Dudoso Miguel toco la puerta de la habitación, y espero. Pero el tiempo de espera le resulto incomodo e infinito. Y por un segundo tomo muy en cuenta dar media vuelta y regresar a sus actividades, pues en realidad estaba perdiendo tiempo valioso de su horario laboral.
La puerta abrió con una velocidad que provoco una leve ráfaga de viento provocando que un mechón de su cabello cayera sobre su frente. Ante el una silueta se posaba casi celestial, era de las pocas cosas que Miguel podría reconocer como hermosas.
Moon sostenía la puerta con una de sus manos y otra reposaba en sus caderas, su cabello enmarañado le otorgaban un volumen mayor, el tono blanco predominaba en sus hebras, una pijama satinada en conjunto de camisa y un pantalón corto en color negro, su pies descalzos y sus mejillas sonrosadas.
Se veía estupenda, debía reconocer, pero algo más lo hizo entender que no solo le era agradable el escenario visual ante el, pues su fosas percibieron el dulce aroma azucarado pero con mas intensidad, y reconocía su origen.
Tras ser cuestionado por su presencia y defenderse, se vio atrapado entre la bruma y el nerviosismo.
La mirada oscura de Moon provocaba escalofríos en su cuerpo y su aroma provocaba una sensación bochornosa en su cuerpo.
-¿Y bien Miguel?
-Vine a entregarte esto- De su espalda saco el gizmo de Moon, la mirada de la chica se mostro estupefacta, apostaba a que ella tendría que recurrir a la violencia para arrancar de sus manos o de su cadáver el gizmo.
-¿Porque me lo estas dando?
A pesar del cuestionamiento Moon no perdió la oportunidad, ni el chance de hacer dudar a Miguel, tomo presurosa el aparato y lo coloco en su muñeca, una sensación de alivio inundo cálidamente su pecho.
-Entendí que tarde o temprano lo tendrías, sigo renuente a la idea de que te marches sin antes contarme todo lo que sabes del multiverso y de mi- Con su mano peino su cabello y suspiro -Pero creo que para que tu accedas a hablar tengo que dar mi brazo a torcer, un poco.
ESTÁS LEYENDO
Apología | Miguel O'Hara
FanfictionLa "Visión en túnel" es un fenómeno conocido por afectar la capacidad para percibir e identificar los estímulos de nuestro entorno, y el factor más frecuente es la concentración fija en una sola cosa o actividad. El primer error de Miguel O'Hara, Sp...