Confusión

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Despertarse luego de un buen acostón después de muchos meses (casi años), debería ser agradable. Pero Peter solo podía sentirse un poco miserable, culpable no, pero miserable sí. A el no le costaba admitir que el tener sexo con Miguel fue increíble, después de todo el hombre era un maldito Dios, un adonis, como si hubiese nacido para ser una escultura griega en vida, y definitivamente sabia como moverse. Sin embargo, existían muchos peros que no le gustaban.



En primera, ninguno de los dos había estado lo suficientemente consientes de sus acciones a la hora de tener relaciones, y Miguel claro que le hizo saber su disgusto después de otras 3 rondas, luego de que la calentura se le bajase lo suficiente como para salir de la biblioteca, que estaba a punto de abrir. En segunda, no habían usado protección, y aunque claro que confiaba en que el moreno y el estaban limpios, no era verdaderamente un alivio, y el tercero y más importante...



SE HABIA ACOSTADO CON SU MALDITO AMIGO/JEFE.



Era cierto que cada que miraba a Miguel lo consideraba un símbolo sexual, con su imponente porte y sus bellas facciones mixtas, pero nunca tuvo la fantasía de acostarse con el, y ahora que lo hizo, no podía pensar en otra cosa. Con solo saber que la ropa que ahora llevaba Miguel era un simple holograma y estaba completamente desnudo debajo de eso, o el cómo se movía, con su trasero apretado por ahí, el cual había llenado con su semen hacia tan pocas horas...



Diablos, era tan sexy...



—Peter, deja de verme el trasero—¡Vamos Peter, piensa algo rápido!


—¿Qué? Yo no veo nada, ¿qué trasero? —Okay, tal vez no tan rápido.


—Escúchame bien, lo que paso aquí no se lo puedes decir a nadie, o yo mismo me encargare de eliminarte de cualquier universo. ¿Entendido?


—Si, por cierto...


—¡¿Qué?!


—¿Cuál es el plan ahora?


—¡¡Te acabo de decir...!! ¿Sabes qué? ¡Olvídalo, nadie me hace un puto caso!


—Vamos, no te pongas todo gruñón, dime.


—Solo te lo diré una vez más. Primero iremos a Alchemax, parece estar a las afueras de Nueva York, una vez que lleguemos vamos a buscar es...



Wow, ¿sus labios se habían visto así de atractivos antes? Ahora que lo pensaba, ni siquiera se besaron en medio de toda esa bruma sexual, ojalá lo hubieran hecho, Miguel se veía como un buen besador.



—Peter, ¿escuchaste?


—Si, claro, ir Alchemax, infiltrarse, robar las piezas, pelear con unos cuantos, ¡y victoria!


Endless dream-ParkHaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora