No supo cuánto tiempo pasó desde que "señor tenebroso" la regresó a su habitación, tal cual niña pequeña, entre la tristeza de sus recuerdos no pudo evitar caer dormida a modo de evitar momentáneamente su realidad; despertando al escuchar que alguien entró. Volteó solo por curiosidad, afortunadamente era una cara conocida -por decirlo de una forma- era Rodolfo, el segundo al mando de las fuerzas mexicanas.
— Buenos días — saludó cordialmente.
Se sentía más tranquila al verlo, al menos él no era nada intimidante a comparación del otro militar. El moreno se aproximó con una bandeja de comida
— Te traje algo de comer, supongo que no has comido nada hasta el momento — le pasó la bandeja de forma amable.
Sin dudarlo la tomó. Era cierto, desde la mañana del día anterior no había comido nada. Su estómago gruñó al ver la comida, sintiendo ese característico vacío provocado por el hambre; apenas probó bocado, su ánimo mejoró considerablemente, no importaba que fuera, pero sin dudas le sabía a gloria, comenzando a comer con un poco de rapidez para saciar su necesidad.
Se sintió un poco avergonzada al terminar y recordar que el mayor seguía con ella en la habitación. Sin embargo, la sonrisa amable del hombre la tranquilizó un poco, como si pudiera percibir la empatía que tenía por ella.
— Mi coronel quiere saber si estás en condiciones para proseguir con el interrogatorio, es esencial para nosotros —
Maldición...
— ¿Sobre qué... quieren preguntar? — su voz salió un poco temerosa
— Solo es para nuestra investigación, no te preocupes. — nuevamente, le sonrió amablemente en modo de tranquilizarla.
Por más que sonara inofensivo, sus nervios estaban por el aire. Trató de recorrer lo más que pudo su inevitable destino, pero era inútil; le tendría el ojo puesto hasta que soltara lo que ellos querían escuchar. Sin negarse, se calzó los zapatos y siguió a Rodolfo, a donde se supone que la interrogarían, saliendo finalmente de su confinamiento en el ala médica.
Ambos llegaron a otra sala en otro edificio donde le esperaban ya, el coronel Vargas y otros tres soldados más que se encontraban un poco más alejados en la habitación. Entre esos reconoció la característica máscara de calavera que casi la infarta. De todos, él específicamente tenía que estar. No era suficiente estarse muriendo de la ansiedad por la serie de preguntas que le iban a hacer, sino que aquel sujeto tenebroso también estaba para intimidar con su sola presencia sepulcral.
Su suerte la abandonó igual que sus esperanzas de una vida normal.
— Veo que te encuentras mucho mejor — mencionó Alejandro dándole la bienvenida
— Sí... Algo así —
— Toma asiento, por favor — indicó a la única silla
Hubiera preferido un interrogatorio únicamente con quien más confiaba hasta ese entonces, que era Alejandro. Supuso que los otros dos estaban tanto para hacerle interrogatorio, como también ejercer presión.
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𝑻𝒉𝒆 𝒇𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒈𝒉𝒐𝒔𝒕 |Ghost x Fem oc|
Fanfiction𝘚𝘰𝘮𝘰𝘴 141, 𝘢𝘴í 𝘯𝘰 𝘮á𝘴 𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘭𝘰𝘴 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰𝘴 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘮á𝘴 Sus habilidades de hackeo la obligaron a trabajar para el narco y esto le traerá más problemas, cuando un grupo especializado llega a las Almas, en b...