21. Lección

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Después del entrenamiento matutino y como estaba establecido en el horario de la base, todos debían ir a la cafetería para el desayuno

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Después del entrenamiento matutino y como estaba establecido en el horario de la base, todos debían ir a la cafetería para el desayuno.

En esta ocasión, el coronel y su segundo al mando hicieron acto de presencia en el lugar, tal vez con la intención de discutir algunos planes de acción con los de la 141 o simplemente con la intención de convivir con sus compañeros extranjeros. Pese a que estaban todavía en una situación de riesgo por la búsqueda de los misiles, se percibía en el ambiente la paz y la tranquilidad antes de la tormenta, para tomarse el tiempo de disfrutar de la convivencia.

Afortunadamente, el bando enemigo tampoco parecía estar listo para dar marcha; lo que solo les daba un poco más de tiempo antes de la detonación del caos.

Desde lo lejos, Sofía pudo presentir que sería nuevamente invitada por el grupo de hombres a que se integrara con ellos en la mesa. Lo que era una situación que la hacía sentirse un poco extraña, sobre todo después de haberles gritado la ocasión pasada.

Al darse cuenta de que acaparaba completamente la atención de los presentes en ese momento, se cohibió un poco; comenzando a subir el calor por sus mejillas.

—Mija, que bueno que nos acompañas —mencionó Alejandro, mostrándole una sonrisa amplia.

—Justo hablábamos de ti —incluyó Rudy

—¿Eso es bueno o malo? —arqueó una ceja

—Solo queríamos saber el estado del hackeo de su sistema, para planear cómo movernos —

Todavía ni desayunaba y ya tenía trabajo en la mesa.

—Bueno... —carraspeó un poco la garganta, buscando la manera de explicarles los términos —El programa es de por sí complicado debido a las variaciones de las señales que transmite —

—¿Es decir que no hay una forma concreta para infiltrarse?

—No, y sí —señaló apresurándose a dar una explicación más concisa—Comprendiendo desde cero la manera en que está configurado y sus componentes, puedo encontrar el error por el cual podría infiltrarme. Y ya tengo mis posibles modos... unos más agresivos que otros claros —soltó una pequeña risa nerviosa.

Esta noticia parecía agradarles más. Finalmente, tenían un avance después de tantos problemas. El único inconveniente que seguía encontrando, es que el tiempo podía llegar a ser una desventaja.

—Supongo que el bando enemigo no se ha dado cuenta de la trampa de los códigos que les jugué, ¿cierto? —

—No. Todavía no, afortunadamente —respondió Vargas, exhalando

—Pero cuando lo hagan —agregó Soap, con la seriedad requerida en el tema. Diciendo lo que todos pensaban en ese momento —Comenzarán a moverse con ímpetu, más agresivamente. Con tal de obtener los códigos —

𝑻𝒉𝒆 𝒇𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒈𝒉𝒐𝒔𝒕  |Ghost x Fem oc|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora