Uno de los problemas que encontraba al trabajar dentro de la base, es que no tenía plena libertad de trabajar a su modo. Con esto se refería a que siempre la mantenían supervisada durante todo momento que estuviera cerca de cualquier computadora, esto como uno de los estrictos requerimientos que le plantearon desde el inicio. Era incómodo, claro, pero le causaba cierto choque que se le restringiera determinada información, supuestamente por no contar con autorización.
Entendía que aún era considerada cierto peligro informático para ellos y que no causaba del todo confianza, pero, ¿cómo se supone que haría su trabajo, si todo el maldito momento la limitaban por "protocolo de seguridad"?
Sus métodos y formas de trabajo eran ambiguos desde su perspectiva, prácticamente era tratar de explicarle sobre el tema que claramente conocía al derecho y al revés. No necesitaba nada de eso, podía hacerlo sola y de un modo más eficaz, pero como su jefe no consideraba su opinión como importante, debía aguantarse.
Si lo ponía de ese modo, era trabajar del mismo modo que lo hacía con Antonio. Sin voz ni voto, pero con obligaciones.
Y le seguía ofendiendo que la catalogaran como un peligro informático, cuando ya había recalcado una y otra vez que no lo era.
Su cuerpo se acostumbró a la exigencia de los entrenamientos, incluso podía presumir que contaba con mucha mejor condición física, contaba con un poco más de fuerza y resistencia para aguantar la exigencia del entrenamiento básico. Aprendió la parte teórica del combate, pero era la práctica que la mandaba directo al suelo, literal.
No temía en encestar los golpes y mantenerse en movimiento, sin embargo, todo se dificulta cuando venía la parte del contraataque. La opción más viable de su compañero, era que cuando soltaba ella un golpe, este lograba esquivarlo, para tomar su brazo y pasarlo sobre su hombro; por la diferencia entre su peso y la fuerza del hombre, lograba alzarla para después dejar que la gravedad hiciera el resto. Cayendo así sobre su espalda, ante el aturdimiento del dolor, era inútil reponerse desde el suelo cuando la sometía pecho al piso y torciéndole el brazo sobre su espalda.
No encontraba modo de poder hacerle frente a los 30 kilos de músculo de diferencia.
Su mente se seguía centrando en lograr superar el reto, pero la imposición de la fuerza masculina sobre ella la empezaba frustrar enormemente, creyendo que era injusto tal combate solo por la ventaja física de su oponente. Sin embargo, a palabras de su instructor, ninguna pelea era justa y esa era la simulación más parecida.
En una pelea real su enemigo no se apiadaría de ella, tendría que enfrentarse sí o si con las ventajas de su oponente y lograr salir de esa.
Necesitaba encontrar su propia ventaja.
ESTÁS LEYENDO
𝑻𝒉𝒆 𝒇𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒈𝒉𝒐𝒔𝒕 |Ghost x Fem oc|
Fanfiction𝘚𝘰𝘮𝘰𝘴 141, 𝘢𝘴í 𝘯𝘰 𝘮á𝘴 𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘭𝘰𝘴 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰𝘴 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘮á𝘴 Sus habilidades de hackeo la obligaron a trabajar para el narco y esto le traerá más problemas, cuando un grupo especializado llega a las Almas, en b...