22. Práctica

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Exhaló pesadamente todo el humo del cigarro. Había estado analizando el combate que mantiene la chica contra otro compañero de unidad. La miraba con extremo detalle, cada parte del cuerpo, cada movimiento por mínimo que fuera no pasaba desapercibido.

Lo que podía destacar de ella era, la resistencia para aferrarse, a seguir de pie en el combate. Pese a los golpes encestados en su delgado cuerpo. Vislumbrando el dolor que le producía.

Optaba una postura más defensiva que atacante, buscando una brecha que le permitiera devolver el ataque. Era cuestión de tiempo hasta que el otro, la tomarán y la estamparán de lleno contra el piso. Golpeando su espalda y su cabeza por la inercia.

La escuchó soltar un sonoro quejido. Tratando de reponerse estando desorientada, pero desde el suelo era imposible debido a la impotencia de peso y fuerza de su contrincante. Terminando el combate cuando el instructor contó regresivamente.

Su error no era ser más pequeña que los demás, era ir a meterse sabiendo que no tenía la ventaja.

Simon exhaló pesadamente. Estaba lejos de poder sobrevivir allá afuera, la masacrarían tan sencillo como partir una ramita de madera. Incluso, imaginaba que podría llegar él y tomarla con un solo brazo para llevársela cargando sin sudar en lo absoluto.

Necesitaba estar preparada para enfrentar cualquier escenario de peligro. Y que así la misión no terminará siendo un fracaso.

Para eso requería un entrenamiento más severo y él era el más indicado para eso.

Caída la tarde, estaba concluyendo la sesión de entrenamiento mediante un trote "leve" Prefirió quedarse un rato más después de que sus compañeros se marcharan para el comedor

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Caída la tarde, estaba concluyendo la sesión de entrenamiento mediante un trote "leve" Prefirió quedarse un rato más después de que sus compañeros se marcharan para el comedor. De tal modo que tenía un poco más de tiempo en solitario para sumergirse en sus ideas sin ninguna distracción.

No sabía que la frustraba más, si el estancamiento de su trabajo del hackeo a Antonio o no poder pasar la estúpida prueba de combate. Esta última, si o si era un requerimiento necesario para avanzar, si no, no podría integrarse a la unidad. Lo malo es que, por todos los medios, no veía ningún avance a pesar de sentir que su cuerpo se rompería por cada esfuerzo que ponía.

Un fuerte pinchazo a un costado de su cuerpo la distrajo de sus pensamientos como una descarga aguda en su sistema nervioso, gimiendo de dolor y obligándola a detener su marcha de golpe.

Entre jadeos, trató de regular su respiración, sosteniendo de donde provenía el dolor. La sensación hormigueante del cardio fue bajando regularmente, dejando al descubierto el dolor abundante en varias partes de su cuerpo. Incluso si respiraba fuerte, dolía.

Se dejó llevar tanto en su mundo mental, que no notó cuando rebasó el límite de resistencia de su cuerpo con el trote; olvidándose por completo de la paliza que le pusieron ese mismo día. Era increíble que a sus cortos 23 años, sus huesos y músculos le pasarán factura de esa manera.

𝑻𝒉𝒆 𝒇𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒈𝒉𝒐𝒔𝒕  |Ghost x Fem oc|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora