𝘚𝘰𝘮𝘰𝘴 141, 𝘢𝘴í 𝘯𝘰 𝘮á𝘴
𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘭𝘰𝘴 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰𝘴 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘮á𝘴
Sus habilidades de hackeo la obligaron a trabajar para el narco y esto le traerá más problemas, cuando un grupo especializado llega a las Almas, en b...
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Apenas encontró rastro que confirmaban las sospechas de que ambos líderes estaban por la zona, corrió para dar aviso. Tal cual, como el coronel dijo, las tropas se alistaron, apenas recibieron el reporte por la tarde. Sofía solo pudo contemplar desde lo lejos como los soldados alistaban los convoyes para partir lo más antes posible, era una misión importante y requería de gran parte del personal. Al no estar alistada oficialmente al ejército, no iría a la dichosa misión, además de que era sumamente arriesgado para ella debido a sus nulos conocimientos en el campo de batalla; sin contar que seguía bajo vigilancia.
Pudo vislumbrar al dúo de británicos aproximándose al vehículo donde irían en compañía del coronel; muy bien equipados con toda clase de artilugios que ella desconocía su función, pero se veían bastante intimidantes. Muy mala suerte para quien se les cruzara.
Su atención se centró principalmente en "señor oscuro" debido a su apariencia; seguía sin creer que podía trabajar con aquella máscara puesta. Los audífonos, el chaleco, la ropa táctica, los guantes y demás accesorios lo hacían ver aún más grande de lo que parecía, era mucho más imponente al verlo portar su arma. Su experiencia en este campo se reflejaba en la manera en que se movía con el equipo, ahora entendía por qué los asignaron para ir detrás del terrorista.
Antes de salir de la base, ella recibió la orden de quedarse en todo momento dentro de la base sin planear nada extraño; de todos modos habría personal que se quedaría para resguardar el lugar durante la misión y vigilarla.
Finalmente, los convoyes partieron durante la puesta de sol, rumbo a la zona indicada.
Quién sabe cuanto tiempo les demoraría la misión; sin embargo, tenía un poco de ansiedad al pensar que si atrapaban a cualquiera de los dos, se enfrentarían a ellos por haberlos delatado y demás consecuencias de sus actos. Demasiadas consecuencias...
Sin nada que tuviera que hacer y con la tarde libre, regresó a su dormitorio para despejar un poco la invasión de sus pensamientos.
El sur afuera de las Almas era una zona en la que predominaba la siembra y el cultivo de agave, extendiéndose en enormes parcelas de tierra. Esa zona pertenecía al cartel de Antonio y se denotaba por la nula presencia de las autoridades o trabajadores, nadie en su sano juicio se atrevía a poner un solo pie dentro de los límites. Tomaba 40 minutos llegar hasta allá. Los sembradíos solo servían como fachada y como filtro antes de llegar a la verdadera hacienda, que era todo menos para la producción de aguardiente. Un lugar alejado y lo suficiente incomunicado, perfecto para resguardarse.
Irían con el apoyo aéreo de los shadows en caso de que las cosas se volvieran complicadas, además de que eran conscientes de que no serían bien recibidos, apenas estacionaran.
La puerta principal para la hacienda fue marcada, siendo derribada fácilmente por el artillero; apresurándose la caravana en entrar al recinto, aparcando para así salir rápidamente y posicionarse para abrirse paso por el lugar. Sin embargo, no parecía haber enemigos por la zona, avanzando hasta el patio principal con precaución. Nuevamente, el campo estaba despejado, comenzando a ser sospechosamente tranquilo.
