Capitulo 4

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Noah

Luego de despedirme de los Afton camine tras mi padre esperando que me dijera algo respecto a lo hablado con el Señor Afton, pero este simplemente se limito a mirar la pantalla de su celular. Ambos nos montamos en aquella limusina negra que nos esperaba desde hacia horas, ninguno de los dos hizo uso de palabras, la limusina se mantuvo en completo silencio. Me dedique a observar a través de la ventanilla, veía los destellos del alumbrado en las calles, paso tanto tiempo desde que llegamos a la casa de los Afton que el cielo ya había empezado a oscurecerse llenándose de estrellas. Aparte mi vista de la ventanilla para poder ver a mi padre, este seguía viendo quien sabe que en su celular, por lo que decidí que no era buen momento para hablarle y me trague todas mis dudas para después.  

Cuando la limusina se detuvo, me baje algo molesto y camine hacia la entrada. El mismo hombre de siempre abrió aquella gran puerta de madera, permitiéndonos el paso a mi padre y a mi. Caminé al interior de la casa seguido de mi padre, al llegar al inicio de las escaleras me dispuse a subir a mi habitación, eso antes de escuchar las risas de mi madre acompañadas de las de mi hermana que provenían de la sala. Aleje mi mano del barandal de las escaleras y me encamine hacia la sala. Mi madre hablaba animadamente mientras trenzaba el largo y rojizo cabello de mi hermana. No recordaba la última vez que las vi hablar tan a gusto, casi ni hablan y las pocas veces que cruzan palabras no era una conversación muy bonita que digamos.

–Ey, ¿Cómo están queridas damas? – saludé con una elegancia totalmente innecesaria – Parece que pasan un buen rato.

–Bienvenido querido – respondió simple mi madre.

–¡Noah! – saludó sonriente mi hermana – Tardaron siglos. ¿Eh, dónde esta papá?

No puede responder tan simple pregunta, él solo se bajo de la limusina y hasta donde se me venía siguiendo a la entrada, del resto no tenía ni idea.

Levante mis hombros con simpleza, no tenía ninguna respuesta que darle. Mi hermana me miró con una ceja levantada y luego miro hacia más atrás de mi. Su expresión cambio rápidamente, se levantó de donde se encontraba sentada y sonrió.

–Bienvenido papá – saludó a mi padre quien paso caminado hacia donde estaba yo – ¿Qué tal les fue?

–Hola Abby – saludó con simpleza mi padre – nos fue de maravilla. Ahora, ¿Por qué no van ambos a sus habitaciones? Les avisó cuando sea hora de cenar.

Abby me miró confundida, yo solo asentí a lo solicitado por mi padre.

–Por supuesto – respondí y sujete a Abby de un hombro – con su permiso, Abby y yo nos retiramos.

Con algo de duda Abby se despidió con su mano y camino tras de mi. Podía sentir la insistente mirada de Abby pidiendo una explicación.

–¿Tú sabías sobre el trato de papá y el señor Afton? – pregunté antes de decir de más.

–¿Trato? – preguntó confundida – ¿De que trato hablas?

Así que ella tampoco estaba enterada. Suspire mientras intentaba buscar una respuesta a su pregunta.

–¿Noah, de que estas hablando?

–Escucha, ni siquiera yo sabía – respondí –me vine a enterar hasta hace unas horas cuando estaba en la casa de los Afton. ¿Sabías que el hijo mayor de William Afton es un omega?

–Eh, si había escuchado al respecto, pero no entiendo ¿Qué tiene que ver eso?

–Compromiso – al escuchar esa respuesta Abby detuvo su paso y me miro fijamente con el ceño levemente fruncido – Desconozco la razón, pero a partir de hoy Michael Afton es mi prometido.

–No se que decir, ni siquiera te preguntaron antes de tomar la decisión.

–Lo sé, tal parece que a Michael tampoco porque se veía hasta más sorprendido que yo.

–Eso es algo que no se hace. Entiendo que siendo hijos de familias tan adineradas era obvio que podía existir el compromiso, pero comprometer a un omega con un alfa sin siquiera dar una explicación...

No respondí, sabía que ella quería seguir hablando pero no encontraba las palabras.

–Si van a casarse lo más obvio es que después del tiempo lo marques. Eso es una decisión que deben tomar ustedes no ellos, no es justo que ellos decidan. Un omega debe elegir por quién será marcado, al igual el alfa debe elegir quién marcar. Además, tú ya estas en una relación.

–Abby...

–¿Qué dijo el hijo de Afton? – preguntó con la mirada gacha.

–Al principio lo dudo, pero estuvo de acuerdo – le respondí.

–Entiendo... nos vemos en la cena Noah – dijo caminando a su habitación.

Esperé a que entrara a su cuarto y luego caminé en dirección al mío.

Ya en mi habitación, camine a mi cama y me senté en el borde de esta, desamarre las trenzas de mis zapatos despojándome de ellos, me dejé caer en la cama y me quedé mirando el blanco techo. Cerré lentamente mis ojos quedándome profundamente dormido.

Ambos mayores esperaron a que sus hijos subieran las escaleras y entraran a sus respectivas habitaciones

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Ambos mayores esperaron a que sus hijos subieran las escaleras y entraran a sus respectivas habitaciones. Al asegurarse de que ambos chicos se encontrarán en sus habitaciones, caminaron en dirección a la oficina del pelirrojo.

–¿Y? – interrogó la rubia tras cerrar la puerta de la oficina.

–Estuvo de acuerdo. No puedo creer que William siendo tan sobreprotector, haya estado de acuerdo – respondió el pelirrojo – el omega consentido de los Afton ahora es el prometido de nuestro hijo.

La rubia guardo silencio un momento, pensando el lo dicho por su esposo. Tenía razón, William era muy sobreprotector con sus hijos en especial el mayor, parecía casi imposible que aceptara, si no fuera porque su esposo nunca bromeaba creería que solo se trataba de una absurda broma.   

–¿Puso alguna condición? – pregunto sin estar convencida del todo – no pudo haber aceptado así no más.

El hombre se sentó en aquella silla atrás de su escritorio y negó con la cabeza. 

–Aunque sea difícil de creer, acepto sin condiciones – respondió retirándose los lentes – Si intento atrasar la fecha de la mudanza, pero llegamos a un acuerdo.

 –¿Un acuerdo? – interrogó la  mujer enarcando una ceja – ¿Qué clase de acuerdo?

–Nada realmente relevante – señalo el pelirrojo levantando sus hombros – quedamos en que dentro de un par de meses seria la mudanza, ya sabes para que los chicos se conozcan y esas cosas.

¡¿Mi Prometido?! (Omegaverse) Michael X NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora