Capitulo 5

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Michael

Me desperté al sentir la luz del sol pegar contra mi rostro, olvide cerrar las cortinas luego de que Elizabeth las abriera solo para fastidiarme. Había irrumpido en mi habitación tirando todas las cosas que se encontraba a su paso, gracias a sus berrinches tengo que recoger el desastre de cosas que en lugar de estar en las mesas y repisas se encuentran en el piso. A estado haciendo esto desde hace dos semanas, ya empezaba a irritarme, es molesto pero no es nada que le tenga que decir a papá, aunque si sigue así no voy a dudar en comunicarlo, la verdad no entiendo que mosca le pico. Suspire ya resignado, dispuesto a poner orden a mi habitación, otra vez.

Luego de aproximadamente 20 minutos, terminé de recoger todo y salí de mi habitación bajando por las escaleras. Una vez abajo me encontré con una sorpresa no tan bonita que digamos, mi madre y mi hermano estaban en la sala y yo aun me encontraba en pijama con el cabello todo desordenado. Sentí mi frente sudar, el pánico se apoderaba de mi cuerpo, había olvidado por completo que mamá, quien había estado un año en Londres por negocios, volvería  hoy. Antes de que alguien pudieran alcanzar oler mis feromonas y notar mi presencia, corrí lo más rápido que mis piernas me lo permitieron hacia mi habitación, cerrando la puerta tras mi espalda.

–Ahhh eso estuvo cerca – suspiré aliviado, colocando una mano en mi pecho intentando regular mi respiración, la cual se me dificultó por correr por las escaleras. Eso hasta que escuche tres toques en mi puerta y ese característico olor que estaba seguro acabaría con mi paciencia.

–¿Enserio pensaste que no te vería, hermanito? – no pude evitar arrugar mi ceño al escuchar esa voz tras la puerta – vamos, abre la puerta, no somos desconocidos.

–De acuerdo... – rodé los ojos con cierta molestia y le di vuelta a la perilla permitiendo que entrará a la habitación, al verlo me crucé de brazos y me recosté del marco de la puerta arqueando una ceja – ¿Ahora qué?

–Se dice hola, maleducado – me reclamó acercándose para poder abrazarme – te extrañé mucho hermanito.

Intenté soltarme de su agarre pero al ser omega y él alfa se me complicó la tarea, dándome por vencido, le devolví el abrazo de mala gana, éste intensificó su agarre.

–Yo también te extrañé, idiota – le respondí dejando que me acariciara el cabello – me estas aplastando, apestoso.

–Uy pero que malhumorado – bromeó soltando el abrazo – ¿Acaso el bebe no pudo dormir bien?

Me miro con una sonrisa que no era para nada de mi agrado, aprovecho que su mano seguía en mi cabeza y desordenó mi cabello, esta vez con más fuerza haciendo que mi cabello quedara más despeinado de lo que ya estaba.

–¡Tarado! ¡Mi cabello! – le reclame molesto, empujándolo con fuerza – ¡¿Tienes la menor idea de  cuanto cuesta peinarlo?!

Él muy imbécil se estaba riendo ¡el maldito se estaba riendo! Me acerque a paso rápido con toda la intención de brindarle un buen golpe en esa boca que solo le sirve para burlarse, pero él fue más rápido, logrando esquivar la paliza que sabia que le daría, con una velocidad increíble inmovilizó mis brazos haciendo que fuera incapaz de moverme, tenía tanto tiempo sin verlo que había olvidado que el muy idiota sabía defensa personal.

–Maldita sea, no sabes que feliz me puse al saber que te irías con mamá – me queje intentando soltarme. 

–Jejeje al menos admite que me echaste de menos – se burló de mis intentos fallidos de liberarme.

–¡Suéltame! – le grité haciendo que me soltara de inmediato, esto provocó que me fuera de cara contra el piso – ¡eres un idiota, le voy a decir a papá!

¡¿Mi Prometido?! (Omegaverse) Michael X NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora