Capítulo 17

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Le costaba trabajo creer lo que veía, no tenía palabras para expresar lo que estaba sintiendo, su azulina mirada recorría de lado a lado todo lo que tenía al frente ¿cómo consiguieron todo esto en sólo 2 meses?》 Murmuraba de pie frente a un gigantesco portón de tonos azabache con pequeños cristales incrustados ya abierto para su paso.

―¿Cuanto gastaste en todo esto? ― preguntó mirando a su padre de reojo ― ¿No crees que es demasiado?

―¿Acaso eso es importante? ― devolvió la pregunta posando su mano en el hombro de su hijo ― Sólo quiero lo mejor de lo mejor para mi querido cachorro.

Silencio incómodo fue lo único que recibió el mayor por ese comentario.

―¿Por qué no entramos? Estoy seguro de que te gustará más el interior de la casa ― propusó caminado al frente del chico, el cuál algo dudoso lo siguió.

La expresión que su padre vio en su rostro no tenía descripción exacta, no podía decir que estaba sorprendido, alegre, preocupado, enojado o confundido.

―¡¿P-pero qué?! ¡Papá! ― exclamó mirándolo fijamente.

―¿Qué pasa, mi niño? ― preguntó disimulando su risa ― ¿No te gusta?

El chico ignoró la pregunta mirando hacia todos lados. Una casa gigantesca, básicamente una mansión, de color blanco con decoraciones negras y plateadas. Al rededor de ésta un sin fin de rosas blancas y rojas. Trataba de mantener la calma pensando seriamente que era imposible que en sólo dos meses lograrán tanto y comprobó sus sospechas cuando al entrar todo era muy perfecto, desde los muebles y estanterías de alta calidad cuidadosamente ordenados y decorados hasta el diseño entero del interior.

―Papá.... ― murmuró entre dientes girando lentamente hacia él, sonreía de forma espeluznante con un pequeño tic en su ojo izquierdo.

―¿Le sucede algo a tu cara, cariño? ― preguntó aún con una sonrisa en su rostro más falsa que un camello en un bosque, le había aterrado de pies a cabeza la mirada de su hijo. Sabía que la había cagado en grande y no sabía el porqué.

―Se sincero por favor... ¿Hace cuanto hicieron esto?

―Mmm... Hace seis meses más o menos... ― respondió nervioso jugando con su anillo.

―¡¿Por qué no me dijiste antes?! ¡Esperaste a que quedara tan poco tiempo! ― exclamó extremadamente molesto y consternado ― ¡Mierda! ¡medio año para decirme que me comprometiste con alguien!

―¡Tenía miedo, mierda! ― dijo pasando su mano por su cabellera frustrado ― Estuve por mucho tiempo pensando en que sería lo mejor para ti, no podía simplemente aceptar y ya. Pase todo ese rato cuestionandome si era una buena idea o no.

El chico bajó la vista sin decir nada cosa que alarmó al adulto, no pudo evitar sentirse como un imbécil cuando escuchó a su pequeño romper en llanto. Rápidamente se acercó a él abrazandolo con cariño.

―Perdoname, cariño, por favor... yo no quería... ― el mayor no lo soportó y al igual que el omega dejó salir sus lágrimas.

―P-papá... no q-quiero... hip.. dejarte... hip ― decía entre lágrimas aferrándose cada vez más a su padre ― N-no p-puedo.

―Mi niño... Ya sabíamos que llegaría este día, no llenes de lágrimas tu hermoso rostro ― dijo secando con delicadeza las lágrimas de su hijo ― Vamos, arriba esos ánimos, Noah te cuidara muy bien. Y si no es así, entonces avisame para darle una lección.

Lo había logrado, el chico empezó a reír por lo último dicho, con eso estaba más tranquilo.

―Gracias papá... ― respondió limpiando su rostro con la manga de su camisa.

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⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

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¡¿Mi Prometido?! (Omegaverse) Michael X NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora