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OBSERVÉ cómo Rubén sacaba mi maleta del maletero para después acercarse a mi.
- No tener aeropuerto en Andorra es una mierda. - Murmuró somnoliento.
Eran aproximadamente las cinco de la mañana, y no sabía si era el sueño o las díez horas de vuelo que me esperaban, pero me estaba comenzando a arrepentir de ir a los Esland.
Estás nominada en dos categorías, tienes que ir.
Y eso era cierto, me habían nominado a streamer del año y a clip del año
Irina se había ofrecido a conducir todo el camino, así que mi mejor amigo y yo, no habíamos pasado todo el trayecto durmiendo.
Los tres nos adentramos en el aeropuerto y nos dirigimos a la puerta de embarque.
Mientras caminábamos, observaba todo a mi alrededor. Personas corriendo apresuradas, el olor a café recién hecho.
Al llegar dejé mis maletas y me volteé hacia ellos.
Irina fue la primera en abrazarme. Besó mi cabeza y acarició mi pelo de forma maternal.
- Nos vemos en dos días. - Susurró. - Te amo.
Me separé de ella para acercarme Rubén, quien revolvió mi cabello y me apegó a su pecho.
- No te mueras, es lo único que pido. - Bromeó mientras nos separábamos.
Solté una risita cruzándome de brazos. - No prometo nada.
La voz que resonaba por los altavoces anunció el embarque de mi vuelo. Ambos me abrazaron una última vez antes de que yo desapareciera por aquel largo pasillo.
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