𝘵𝘸𝘰

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CAPÍTULO DOS
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・゜⭐ ━━  02.  segundo primer día

   ¿Nerviosa? Un poco

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   ¿Nerviosa? Un poco. El día anterior había sido una locura. Y creo que lo que no me pasó ayer me puede pasar hoy.

   Me dieron la llave de la taquilla y fui hacia el trece. Mi número de suerte.

   — Para ser la chica que me humilló delante de mis amigos ayer, hoy estás muy callada. — Casi ni me acordaba de la existencia de este tío.

   — Vale, chico inseguro.  — Hice lo mejor que se hacer. Ignorar a las personas que no me interesan.

   Empezó a hablarle a César que estaba una taquilla alejado de mí. Se rojo después de decir dos gilipolleces y yo me fui con César.

   A la hora de comer fui al campo y había estaban el grupo de los populares.

   Pasé de juntarme con Eduardo y fui a la videoteca.

   — Mira, Vada. Ella es Anita, la chica que nos defendió y ellos son Henríque y Carol.

   — Encantada.

   Anita me alejó de los demás. — Oye, en la novatada vi que eras amiga de Eduardo, ¿es verdad?

   — Sí, bueno, lo conozco de hace tiempo, pero es un imbécil.

   — Oye,... ¿Podrías ayudarme?

   — ¿A qué?

   — Quiero que Carol y él deje lo que se aque tengan.

   — Normalmente me gusta hacer más de Celestina.

   Al final acabé accediendo. — Pero yo ya no sé nada de él. No tengo trapos sucios. ¿Pero sabes quién si lo tiene? Sus amigos.

   — Bien. Vamos. — Anita me arrastró fuera. — Ahora volvemos.

   La lleve al campo de fútbol donde sabía que iban a  estar.

   — Hola, Vada. ¿Te quedas a comer con nosotros? — El moreno de rizos cuyo nombre no recuerdo me habló.

   — No, gracias. Estoy muy bien así.

   — ¿Y a que vienes?

   — Vengo a hablar con él. — Señale a Fabrício que jugaba al fútbol.

   Eduardo rio. — ¿A él por qué?

   — Tú, imbécil. Ven. — Fabrício se giró y yo asentí y le hice un gesto para que se acercara.

   Nos alejamos hasta llegar junto a Anita.

   — ¿Qué pasa? — señalé a Anita.

   — Necesito tú ayuda. — Dijo Anita.

   — ¿Tú? ¿Para qué querés mi ayuda?

   — Quiero que me digas trapos sucios de Eduardo. Quiero separarlo de mi prima.

   A todo esto yo seguía de espectadora.

   Anita seguía hablando mientras yo estaba distraída viendo a la gente pasar. Hasta que pasó la princesa de Emperatriz.

   Vi como Fabrício se quedaba embobado viendo a la que creo que es la hermana de Anita.

   — Necesito saber hasta qué punto llegarías.

   — Haría cualquier cosa.

   Unas horas después cuando estaba en casa Anita me llamo. Me dijo que hbia hablado con Fabrício y que como yo ahora estaba con ella tenía que ir. Así que fui. Me dijo donde vivía y me dirigí a su casa.

   El chico me silbó desde el balcón y yo subí. — Hola.

   — Hola.

   — ¿Llegó tarde?

   — Llegas temprano.

   — Que raro. ¿Anita no ha llegado aún?

   — No.

   Vi que estaba tallando algo en un trozo de madera. — ¿Qué es eso?

    — Nada. Una tontería. — No le di más importancia. — Por cierto. ¿Tú qué haces aquí?

   — No sé. Me pareció divertido y tal,  venir a lo que sea que hacemos aquí.

   — Mira ahí está. — Dijo señalando a Anita.

   —  ¡Anita, sube!

   Fabrício nos señaló a Eduardo que se estaba enrollando con otra tía. Se suponía que esto lo iba a ver la prima de Anita.

   Carol empezó a llorar y cuando se dio la vuelta para salir corriendo un coche la atropelló.
 
  

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ᴍʀ. ᴘᴇʀғᴇᴄᴛʟʏ ғɪɴᴇ • 𝑑𝑒 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑡𝑎 𝑎 𝑙𝑜𝑠 15 [ᶠᵃᵇʳⁱᶜⁱᵒ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora