2. Proceso de Embarazo

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Primeros tres meses



Los primeros tres meses fueron terribles.

Tantos los mareos como las ganas de vomitar eran horribles.

Y como eras primeriza se te hacía más difícil adema de que no tenías a nadie que te apoyara.

Conseguiste un trabajo en un pequeño café, con dueños lo suficientemente humildes que se apiadaron de ti y te dieron un pequeño trabajo.

Solo tenías que entregar los café y recibir pedidos en la barra, así no tendrás que caminar mucho.

Los dueños eran una pareja de ancianos que aparentemente se amaban muchos y daban ternura de solo verlos.

La señora al enterarse que eras primeriza se emocionó mucho y te contó todas sus historias sobre como fueron los embarazos de sus tres hijos y dos hijas.

Además de darte datos importantes para cuando tengas a tu bebé entre tus brazos, te regalo muchas ropitas de bebé, además de enseñarte a tejer y bordar en sus tiempos libres.

Cuarto mes

En este mes tus náuseas se fueron calmando un poco, aunque de vez en cuando volvían, te hiciste tu primer eco, y te emocionaste mucho, al punto de derramar algunas lágrimas al escuchar los latidos de tu pequeño o pequeña, el doctor dijo que era muy pronto para saber el sexo del bebé.

Empezaste a tejer una pequeña polera para tu bebito querías que fuera niña, pero no te podías arriesgar a comprar ropita de tonos rosados ya que podía ser niño y luego no tendrías ropa para el pequeño, así que comprabas y tejes ropa de colores neutros, como azul, compraste un conjunto de color amarillo, gorritos y manoplas con sus medias y zapatitos que eran tan tiernos.

Además de comprar muchas mantitas y con ayuda de la señora Ayumi (la dueña del café)  hacerle bordados de flores, estrellas y muchas cosas.

Quinto mes

Bueno en este mes empezaste a sentirte mejor, tu vientre estaba más abultado y tienes que empezar a usar ropa de maternidad, ya que tus pantalones y camisas empezaron a quedarse cortos.

El señor Ayato (el dueño del café) se ofreció a hacerte una cunita para tu bebito, cosa que agradeciste muy feliz.

Cada que podías ibas a ver al señor Ayato y mirabas con alegría y mucha atención como este realizaba la cuna donde dormiría tu bebé en cuanto estubiera afuera de ti.

Las vistas al ginecólogo seguían cada vez más, pero tú pequeñ@ era un@ travies@ y todavía no quería que supieras cuál era su sexo.

Aunque el doctor te dijo que todo estaba bien, y hasta pudiste observarlo a través de la pantalla.

¡No podías estar más feliz!

¡Ya quieras tenerlo entre tus brazos!

Pero aún así, todavía faltaban varios meses para que pudieras estar con tu hijo, no estabas apurada, pero ya te miras de ansias de ver su carita.


Sexto mes

Hubo un bajón emocional.

La señora Ayumi te pregunto por el padre de tu bebé, ya que en todo el tiempo que has estado trabajando con ellos nunca lo has mencionado, no fue con intención, solo fue un “te veo tan feliz y tu sonrisa es tan hermosa, ¿El padre de tu hijo debe estar igual de feliz verdad?

Cómo Ocultar al Hijo de un Mafioso [Dazai Osamu x Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora