En cuanto saliste del hospital con tu pequeño en brazos, te dirigirse a tu casa, la cual estaba llena de postres dulces y todo tipos de frutas y comidas saludables que había preparado la señora Ayumi para en cuanto llegarás a la casa comieras de manera saludable.
— Gracias por siempre cuidar de mi Señora Ayumi, Señor Ayato, ¡Arigato! – hiciste una reverencia aún cargando a tu pequeño, unas pequeñas lágrimas escaparon de tus ojos, por lo que la pareja de ancianos se acercó a ti para abrazarte.
— ¡Tranquila mi niña! – te consoló la señora Ayumi con los ojos cristalizados, beso tu frente con ternura y tu sentiste tu corazón apretarse de la ternura que desbordaba la mujer.
— eres como una hija más para nosotros Tn-chan – el señor Ayato te sonrió también, y te limpio algunas lágrimas para que no cayeran en el rostro de tu pequeñín.
— ¿Puedo cargarlo? – la mujer de cabellos canosos te pregunto, sus ojitos color avellana brillaban con emoción, no pudiste negarte a esos ojos, por lo que le pasaste al pequeño – es tan pequeño! – hablo con voz suave cargando y mirando a tu pequeño hijo.
— ¡Esto me da nostalgia! – Ayato dijo limpiando de manera dramática una pequeña lágrima rebelde que escapaba de su ojo derecho, ganándose una pequeña risilla de tu parte.
— y ¿Cómo se llama? ¿Que nombre decidiste? – hablo, pero en ese momento el pequeño empezó a sollozar levemente, por lo que la anciana se empezó a mover mientras cantaba un nanana.
— está claro que le gustó Isamu, tiene un significado muy bonito, así que te apoyo con el nombre – se acercó a su mujer, para poder apreciar al bebé.
Una sonrisa triste tiro de tus labios, la verdad quieras ponerle así a tu hijo, y no era porque su significado te hubiera gustado, sino, porque ese nombre se parecía mucho al nombre del hombre que te había engañado, pero del que seguías enamorada.
— le he puesto Yasuhiro Takashi, que significa Honesto y Noble, son significados hermosos, es decir valores que le quiero inculcar a mi pequeño – ellos rieron al escuchar el nombre.
— que nombre tan...largo – Ayato rio haciéndole morisquetas al bebé, aunque este se encontraba con sus ojitos cerrados – pero tienen grandes y bellos significados.
— yo pienso lo mismo, pero creo que mejor lo llamamos solamente Yasuhiro, es más corto y muy bonito, ¿No te parece mi niña? – tu asentiste levemente, extendiendo tus brazos para que Ayumi te diera a tu pequeño.
— por supuesto – respondiste en cuanto tuviste a tu pequeño en tus brazos, acariciando sus pequeñitos y suavecitos cabellos color café, muy parecidos a los de su padre, aunque estaban algo cortos – aunque obviamente solo se llama Yasuhiro, el Takashi lo digo solo para que llame más la atención – los tres rieron ante eso.
Después de un rato de pláticas sobre el bebé y su futuro así como consejos para alimentar lo o como cambiar un pañal, así como cuando debes despertarte en la noche por qué el pequeño está llorando.
— creo que deberían ir a descansar, no te preocupes por ir al café, quédate en reposo estos días, en cuanto recuperes fuerza puedes volver – Ayato le pidió, acomodando la pañalera que habían traído del hospital, en un pequeño sillón.
— porque sabemos que si te pedimos que descanses todo el mes te vas a oponer y regresaras dentro de dos semanas – te hablo de manera seria la señora Ayumi, sonríes apenada, ya que ellos tenían razón.
— porque eres muy terca – también de hablo con voz regañona el serlo Ayato, logrando sacar una sonrisa en su esposa.
— pero puedes descansar, mañana vendremos a ver cómo estás y como amaneció nuestro amado nieto Yasuhiro – te sonrió, para tomar su cartera y caminar junto a su esposo a la puerta de la casa.
— Sayonara! – se despidieron ambos con un movimiento de manos.
— Bay bay! – les gritas cuando ya van algo lejos.
Das media vuelta y entras a tu hogar con tu pequeño Yasuhiro en brazos, una sonrisa tira de tus labios, al ver ese rostro angelical, tu pequeño dormitaba tranquilo, aunque seguramente dentro de unos minutos se despertara llorando para que le des comida, por lo que subiste a tu habitación para acomodar al nene en la cama e ir a darte una ducha rápida.
Despues de ducharte rápidamente te adentras te a la habitación, dónde el pequeño Yasuhiro seguía dormido y te pusiste un short azul con una sudadera del mismo tono.
Te recuestas en la cama colocando tu cabeza sobre la almohada, mientras mirabas a tu pequeño juegas un poco con su cortó cabello castaño.
— mi pequeño Yasuhiro prometo ser una buena madre o por lo menos intentarlo – una sonrisa triste tira de tus labios para luego cerrar los ojos y dejarte caer en los brazos de Morfeo.
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Cómo Ocultar al Hijo de un Mafioso [Dazai Osamu x Tu]
RandomFuiste una de las tantas flores de Loto de Dazai. Odiabas admitirlo, pero tu llegaste a amar a Dazai más que a tu vida, por ello te dolía verlo intentar acabar con su vida, cuando tú estabas dispuesta a dar la tuya por él. Pero como todo lo malo lle...