Cómo Ocultar al Hijo de un Mafioso [Dazai Osamu x Tu]

27. Intento de ser buen padre 1/2

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Hoy era un hermoso día en Yokohama~

Ignorando los ruidos citadinos, las peleas de uno que otro transeúntes que no estaban felizmente contentos de haber amanecido un día más.

Nuestro querido y adorado suicida de la agencia armada de detectives se encontraba de camino al kinder para recoger a su pequeño e idéntico hijo.

Habían pasado dos semanas desde que los tres juntos tuvieron ese momento familiar, algo extraño que Osamu jamás tuvo, que nunca había sentido, esa calidez le había calado hasta el fondo del pecho, y cada noche que lo recordaba el corazón se le hinchaba y bombeaba sangre más rápido que de costumbre.

Era un sentimiento extraño, pero le gustaba. Le gustaba como el pequeño niño se aferró dormido a sus brazos cuando Osamu se intentó levantar para ir por algo de agua. Le gustaba ver cómo ____ se veía tan relajada dormitando, le gustaba la imagen de Yasuhiro y ____ dormidos en posiciones incómodas pero aún así se veían tan relajados y adorables.

Deseaba estar allí y abrazarlos para sentir su calor corporal, quería protegerlos.

Se sintió un bastardo estúpido, ¿Con que cara ahora quería ser parte de esa familia? El había engañado a la chica y ni siquiera la busco.

¿Familia? Cuando lo pensaba se le revolvía el estómago, jamás pensó tener una familia, ni siquiera tuvo un ejemplo de que era una familia, de su infancia solo recordaba fragmentos y ninguno de ellos era bonito ni agradable.

Cerró los ojos y negó con la cabeza, debía olvidar eso y centrarse en el presente, en lo que realmente importaba.

Se había auto-impuesto el trabajo de ser un buen padre para el pequeño niño de cabellos castaños y ojos brillantes que siempre lo miraban y le pedía dinero o dulces.

Pronto llegó al Averno (el kinder) donde se encontraban todos esos demonios (los niños).

Se acercó a pasos largos y elegantes hacia la joven maestra que estaba vigilando a algunos niños que estaban en el patio.

— buenas tardes, querida dama, vengo a retirar a mi amado retoño – hablo con seguridad en su mismo y una sonrisa coqueta.

La maestra lo miro de arriba a abajo y luego le respondió – y su “amado retoño” se llama…? – alzó una ceja.

— Tokizane Yasuhiro.

— oh ya...el pequeño demonio – respondió haciendo una mueca.

— disculpa? Puede repetir lo que dijo? Creo que no la escuché bien – sonrió mientras se acercaba un poco a la maestra, pero su sonrisa la misma que tenía hace unos segundos atrás, ahora era una sonrisa que daba miedo.

— a-ah...n-nada, no he dicho nada – trato de negar, empezando a sentir miedo de la actitud de Dazai.

— debería mejorar esa forma de expresarse, me parece tan poco ético que una maestra de kinder se refiera de esa forma a uno de sus estudiantes... ¿Debería de informarle esto a la madre de mi hijo? – pregunto con una expresión dudosa.

Al escuchar eso el color se le fue de la cara a la maestra, alterando se ligeramente.

— q-que? ¡NO NO NO! ¡TODOS MENOS ESO! ¡ESA MUJER ESTA LOCA! – grito asustada y negando mientras miraba a todos lados, paranoica de que ___ apareciera de la nada y le saltará encima y le diera la coñaza de su vida.

— baje la voz, baje la voz, no queremos que más personas se enteren de su falta de ética profesional, verdad? – el brazo de Dazai paso por los hombros de la maestra y la giro ligeramente para alejarla de donde estaban los niños – Le recomiendo que lo piense dos veces antes de volver a referirse de esa forma a mi pequeño retoño, ¿Así o más claro? – pregunto, seguia con una sonrisa en su rostro pero está no llegaba a sus ojos, los cuáles estaban más oscuros que de costumbre.

— s-si, e-esta claro...– tartamudeo sin poder hacer nada más que tragar saliva por el extraño cosquilleo que sintió en su espalda. Era miedo.

— me alegro de oír eso~ – aplaudió alegremente – en fin, voy por mi hijo, adiós~ – se despidió moviendo sus manos.

— por qué mi mami no ha venido por mi? – pregunto el mini Dazai caminando tomado de la mano de su padre.

— porque hoy le he pedido permiso para llevarte a dónde quieras, tendremos calidad de padres! – sonrió alegremente.

— se dice “tiempo de calidad entre padre e hijo” – le corrigió, rodando los ojos con fastidio.

— es lo mismo! – bufo rodando los ojos también. Los dos eran idénticos.

— no es lo mismo – refutó el más pequeño de los castaños mientras apretaba los dedos de Dazai que estaban en su manita.

— quieres ir a un parque de diversiones o no? – le se giro a verlo e hizo una pose de fastidio.

— pues si no me llevas le diré a mi mami que me pegaste – amenazó el pequeño.

— tu madre no te va a creer, ni siquiera estás herido – Osamu lo señaló acusadoramente.

— me puedo pegar contra una pared y decir que fuiste tú... Mami siempre me va a creer a mi, los niños no decimos mentiras – sonrió orgulloso.

— pequeño demonio...– le desordeno el cabello.

— mamá dice que me parezco a ti, entonces tu eres el demonio mayor – le atacó.

— oh por las vendas de la momia! – sonrió de oreja a oreja – Nos llevamos tan bien! – lo cargo entre sus brazos y dió varios giros lleno de felicidad.

— define bien – murmuró para luego intentar alejar la cara de Dazai pues este estaba restregando su mejilla contra la mejilla de Yasuhiro.

— DEJATE QUERERRRRRR!!! – le siguió fastidiando Dazai.

— está bien, mi forma de dejarme querer es aceptar dinero – estiró su manita hacia Dazai y movió los dedos incentivando a su padre para que le de dinero.

— oh por favor! – se quejo y dejo al pequeño en el suelo – me dejaras en banca rota – le estiró unos cuantos Yenes.

— no importa, para que le des dinero a otras personas mejor me lo das a mi – sonrió tomando su manita y sonriendo dulcemente.

— aaaah~ eres tan encantadoramente manipulador con esa carita inocente – le pellizco las mejillas.

— gracias, ahora cómprame algunos chocolates – señalo una tienda de dulces.

— soy tu papá no una cartera andante – reprochó mirando su cartera y viendo cuánto dinero tenía.

— cuál es la diferencia? – pregunto inocentemente.

— me dejaras viviendo bajo un puente – suspiro caminando hacia la dulceria agarrando suavemente la manito de Yasuhiro.

— no lo hacías ya? – siguió preguntando con su carita inocente.

— ¡Ey! ¡Respétame un poco! – exclamó indignado de que su propio hijo le dijera eso.

— lo siento, lo intentaré.

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VOLVI MATENME O ADORENME!

¿Que tal el capítulo?

Esperen parte dos dentro de un ratito  💗

Adiós y besos en la kola

Ustedes tipo: que 👁️👄👁️

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