Cómo Ocultar al Hijo de un Mafioso [Dazai Osamu x Tu]

11. Que no tiene la Culpa

Me levanté con dolor de cabeza...

Gire a mi vista hacia el otro lado de la cama, ya que sentía un peso a mi lado, lo que encontré me dejó sin palabras, abrazado a Yasuhiro estaba Dazai, ambos dormidos con sus cabellos castaños algo desordenados por moverse mientras duermen.

— que diablo?! – me levanto sorprendida, ya que pensé que Dazai no sabía sobre Yasuhiro. Pero eso parece ser mentira.

>>>¿Cómo me encontró? ¿Cómo se enteró de Yasuhiro? ¿Alguien le dijo?<<<

Muchas preguntas, llegaron a mi mente, y ninguna respuesta.

— ven, vuelve a dormir – miro sorprendida a Dazai, quien se empezó a levantar, quedando sentado en la cama.

— ¿Que diablos haces aquí? – pregunto saliendo de mi trance, el castaño al escuchar mi pregunta parece algo desconcertado.

— estás bien? Tú fuiste la que me llamo – comento al mismo tiempo que soltaba un bostezo de cansancio.

— no, yo jamás te hubiera llamado, ¡Lárgate ahora mismo de mi casa! – suelto aquellas palabras mientras lo miro con el ceño fruncido.

— guarda silencio, vas a despertar a Yasuhiro... ah~ es tan lindo nuestro hijo ¿Que tal si le damos un hermanito~? – pregunto levantándose y caminando hacia mi con una sonrisa juguetona.

— ah no! ¡NO voy a caer! – remarcó el no de la oración.

— ah~ que mala~ a Yasuhiro le vendría bien un hermanito – de un rápido movimiento me envolvió entre sus brazos, dándome un abrazo, que para mí desgracia era cálido y acogedor.

— suéltame – murmuró con el ceño fruncido.

— pero si no te estoy agarrando~ – afirma el en su típico tono juguetón, y era verdad, Dazai no me estaba apretando, ni obligando a abrazarlo.

Era yo la que lo estaba abrazando

Aún así, algo dentro de mí no se quería separar del abrazo, mi corazón y mi cuerpo querían la calidez que emanaba el cuerpo de Osamu.

Pero, al contrario de lo que quería mi corazón, mi mente no perdona, y sabe que no va a caer en los trucos dulces de Dazai, porque mi mente sabe que el es un Promiscuo.

El Corazón es ciego, se le engaña con facilidad, a la Mente no.

— que haces aquí... Responde sin tus estúpidas bromas Dazai Osamu – frunci el ceño mientras le hablaba en un tono tosco.

— ah~ que agresiva es mi amada flor de loto – se quejo sentándose en la orilla de la cama – vine a verte y me encontré con esta linda bendición~ – sonríe mientras pellizco las mejillas de Yasuhiro quien se removió en la cama.

— déjalo – me acero y aparto las manos del castaño de las mejillas de mi hijo – lo vas a despertar – le doy un zape en la cabeza para que deje de molestar a mi pequeño.

— ay ay kya – se quejo frotando ma zona afectada por el golpe – ____-chan está cada día más agresiva... Juntarte con Chuuya te hizo daño – nego moviendo la cabeza.

— ya cállate y lárgate antes de que te saque a patadas – me quejo frunciendo el ceño.

— quien te entiende – el Dazai hizo una mueca rascando su nuca.

— de que hablas? – alce una ceja mientras lo veía sin entender.

El abrió los ojos y me miro con una sonrisa, que pasó de ser juguetona a una más seductora.