ੈ🍷VEINTISIETE

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Apo conducía aparentemente tranquilo hacia la mansión de sus "padres". En la parte de atrás iba una enorme jaula, con "algo" dentro.

Había hablado con Mile seriamente la noche anterior después de sus momentos eróticos, por lo que su Lobo estaba alerta pero muy escondido en el fondo.

Sabían lo que tenían qué hacer, él llevaba consigo micrófonos del tamaño de una mosca y micro cámaras implantadas en sus gafas. Estas también le servirían como sensores para detectar el calor corporal que emiten los hombres Lobo por naturaleza, así sabría si habían más de uno secuestrados.

Por supuesto que sus padres no eran tontos, por lo que antes de salir lo habían rociado para encubrir su aroma real. Además, había tomado un supresor, todo para que el efecto fuese más duradero.

Había un enorme margen de error, pero era todo o nada, y Apo no estaba dispuesto a que su familia corriera más riesgos.

"Ya casi llegamos, amor." —Le dijo a su pareja a través del vínculo.

"¿Es necesario que esté en mi forma animal?" —Dijo con notorio mal humor. Apo sonrió. —"Sí, sólo así creerán que te atrapé en el bosque."

"Y sí que me atrapaste." —Su tono sensual hizo que el de ojos –ahora castaños– se sonrojara.

"Compórtate, ya estamos aquí." —Estacionó el auto cuando las enormes puertas se abrieron para él.

"Todo saldrá bien." —Fueron las últimas palabras de Jeon antes que un par de hombres tomaran la jaula como si no tuviera una vida dentro.

Apo quiso gritarles que tuvieran más cuidado pues era su esposo a quién cargaban ahí, pero obviamente no podía decir nada.

—Vaya, vaya... —Una amarga voz femenina se escuchó cuando entró en la sala y la jaula quedó a su costado. —Así que por fin te dignaste en ver a tus padres.

—Hola, mamá. —Dijo neutral, aunque por dentro le daba asco llamarla así.

—¿Qué me traes? —Preguntó la mujer observando la jaula cubierta por una enorme capa negra.

—Como te lo dije por teléfono, es un Lobo. Un pura sangre.

—¿Y con qué objetivo lo traes a nosotros? —Cuestionó alzando su perfecta ceja y cruzaba sus brazos bajo el pecho.

—Sé que son cazadores, ¿o me equivoco? Podemos ganar mucho dinero con él.

—¿De dónde sacaste eso?

—Simplemente lo sé.

Apo y la mujer se observaron en silencio durante algunos minutos, ninguno daría su brazo a torcer.

Pero la mujer pronto se cansó y suspiró sonoramente. Regresando su vista a la jaula.

—Sí, somos cazadores de Lobos, en especial de los cambia forma.

—¿Cambia forma? —La manera en la que Jin miraba "confundido" a la mujer ante eso era digna de un Oscar.

La mujer sonrió con malicia y llamó a uno de sus sirvientes, un enorme tipo llevaba con el otra jaula, y dentro estaba un Lobo negro.

—Po, te presento a nuestra adquisición más veterana.

Al quedar al descubierto, vio a aquel Lobo encadenado del cuello y patas a la jaula. Tenía signos de tortura pero aún así, era tan imponente que incluso la presencia de un Alfa como Mile quedó en segundo plano.

Apo sintió su sangre arder en cólera, ¿cómo se atrevían a someter a uno de los suyos de aquella manera tan salvaje? El Lobo alzó su mirada, intensos ojos violetas lo miraban con fuerza. Apo sabía que había perdido el color de su rostro.

My Sweet Wolf- MileapoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora