ੈ🍷TRECE

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Apo se sentía incómodo.

Y no por él, sino por Barcode, el pobre chico había sido acosado en todo el camino por aquellos dos Lobos que frotaban su hocico en sus muslos queriendo llamar la atención del pálido.

Barcode estaba harto.

Y Apo sólo podía reírse de la "desgracia" de su mejor amigo.

—¿Podrías decirles que dejen de lamer mis manos? ¡Es asqueroso! —Se quejó con el Alfa. Mile por su parte sólo bufó.

Él sabía a qué se debía el comportamiento de sus hermanos, pero no era quién para hablar de ello.

—Lo siento. Pero eso ya no está en mis manos.

Mile abrazó a su Omega y con sigilo se separaron de aquel trío que desprendía feromonas de excitación que empezaban a fastidiarlo.

—¿Por qué tus amigos no lo dejan tranquilo? —Preguntó el peliazul extrañado.

—Bueno... Es un tema un poco difícil de comprender, lo mejor será llegar a mi clan y ahí podremos aclararles las dudas, porque también tiene que ver con nosotros.

Apo lo miró sorprendido. Ahora su curiosidad era mayor.

—¿Y es malo? Pareces tenso. —Señaló el peliazul mientras lo miraba atento.

—No cariño, al contrario, es algo muy beneficioso, pero no sé cómo se lo tomará Barcode

La pareja regresó su vista al trío, los dos Lobos estaban girando alrededor de el, aparentemente estaban jugando pero la cara de Barcode era de irritación pura.

—¡Ya deténgase! —Exclamó enojado.

Como si fuese arte de magia, ambos Lobos se detuvieron y observaron al pelinegro con atención, como si esperaran alguna orden de quien ellos consideraban "su Omega".

Pero el pelinegro siguió su camino sin prestarles atención. Los Lobos decidieron caminar tras él, cuidándolo.

Mile y Apo compartieron una mirada incrédula, realmente el actuar de esos tres se les hizo muy extraño.

[...] 

Cuando por fin llegaron a la que era una aldea de Lobos.

Mile sonrió en grande al ver a sus padres en la entrada, esperando por él.

El pelinegro se lanzó sobre ellos y los abrazó con euforia, los había extrañado tanto. A eso se le agregaron los demás integrantes de la manada, que también le dieron la bienvenida a quien sería su futuro líder y que había desaparecido por algunos años.

Apo observaba todo aquello con un nudo en su garganta, jamás pensó qué tan grande era el dolor de Mile al saberse sin su familia, se notaba que lo habían extrañado y que era muy importante para ellos.

Se sintió egoísta al desearlo sólo para él.

Una lágrima recorrió su mejilla y antes de quitarla, alguien más lo hizo por él.

La mano grande de Mile acunó su mejilla y cuando Apo conectó sus ojos con esos azules, pudo ver calidez y emoción.

—Po... —Besó su mejilla. —Quiero presentarte a mi familia.

Cuando Apo recibió la atención de toda la manada se sintió extraño. Jamás había sido de las personas que disfrutaran ser el centro de atención.

—Mamá, papá, él es Apo. —Con un suave empujón por su espalda baja, Mile dejó frente a sus padres a su futuro esposo.

—Mu-mucho gusto. —Dijo nervioso y se inclinó en una reverencia.

Cuando regresó su mirada hacia las dos personas, sus mejillas se sonrojaron, pues los señores Phakphum lo miraban con detenimiento.

My Sweet Wolf- MileapoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora