Missa estaba acorralado, su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba con rapidez, sus nervios estaban cada vez más presentes.
Esa mañana la pareja había decidido que necesitaban recursos y saldrían, se habían tomado de las manos mientras caminaban con tranquilidad, hablaban como si nada hubiese pasado, incluso se oían risas.
Si, por qué no todo podía ser llantos y tragedia, al menos no en su mayoría, la mínima parte de su relación eran mimos y dulces palabras, ese parecía ser uno de esos días, afortunado se sentía Missa.
—Mira, aquí cerca hay abejas, veré si puedo conseguir miel—
—Dale, pero tené cuidado.—
Ambos estaban enfocado en lo suyo, fue hasta que el Greñudo se dirigía con el Híbrido, que se percato de un mob acechando a su pareja, se alteró, no quería hacer mucho ruido para no alterar y detonar al explosivo.
Con un movimiento rápido unas flechas bastaron para detonarlo, Spreen se dió la vuelta, encontrándose con la escena de un Missa con arco en mano y la experiencia adquirida gracias al ataque de su pareja, quedó desconsertado.
¿Missa? ¿Siendo ágil en defensa? ¿De dónde había salido esa parte de su novio?
—¿Tu...? ¿Tu lo hiciste?—Pregunto el Argento totalmente confundido.
—Creo que si... Es que... Pensé que podría matarte y...—Estaba con cierta vergüenza.
—El Boludo del Francés te enseño bien... Fue sorprendente...—
Missa se sintió orgulloso, pocas veces eran esas en las que su pareja le halagaba, el Oso se acercó a tomar su cintura y besarle con Calidez.
El beso se fue tornando en algo más, Missa no se sentía cómodo con ello, no era que el beso le disgustara, para nada, sin embargo, no se sentía correcto, se alejo un poco tomando aire con agresividad.
—Spreen... Aún... Aún estamos en el bosque... Podríamos salir heridos y...—
El chico fue sorprendido, tenía a su pareja besando su clavícula, parte sensible, no tardó para intentar separarse, el híbrido junto las muñecas del greñudo y las apoyo contra un árbol subre su cabeza, acorraló al mayor, mientras su mano libre pasaba por el muslo del contrario.
Missa estaba acorralado, su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba con rapidez, sus nervios estaban cada vez más presentes.
El mayor manoseaba sin un consentimiento alguno, a Missa le disgusto esa acción, quería que parará, pero ¿Y si solo estaba exagerando? ¿Y si solo era algo normal de parejas? ¿Por qué empezaba a sentirse mal con aquello? Debería ser algo que ambos disfrutaban, la mano del mayor había pasado sus prendas, acariciaba su cintura, amenazando con bajar su mano, Missa no quería, pero el miedo le invadía poco a poco, quería gritar y llorar, no quería eso, pero era su pareja y no podía negarse ¿Cierto? Por qué su pareja, tenía el derecho a tocar su cuerpo si el así lo quería ¿Cierto? no quería ser Desconsiderado.
Una flecha paso rosando la mejilla de Spreen, deteniendo totalmente el acto, Para alivio de Missa su "Un angel no había muerto" forma en la que el llamaba para evitar decir que "no fue abusado".
Sin más palabras Spreen mato al esqueleto que interrumpió su momento, Tomo la mano de Missa y volvieron a casa, Missa ahora tenía unas lindas marcas en su cuello, chupetes y la marcas de colmillos de un Oso que decía "Propiedad de Spreen".

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𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕟𝕥𝕠𝕞𝕖𝕥𝕣𝕠.·•.»|[[𝑴𝒊𝒔𝒔𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏]]
Fanfiction30 niveles, entre más sube la escala, Misa se siente más perdido y más descontento consigo mismo. Spreen ayuda a que la escala suba. On-Rol, no sé shipean Streamers. Si identificas una de estas señales en tu relación o en alguna relación ajena, pide...