𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕟𝕥𝕠𝕞𝕖𝕥𝕣𝕠.·•.»|[[𝑴𝒊𝒔𝒔𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏]]

⟨ ✶˚ ·✧· .⟩17;;-𝓔𝓶𝓹𝓾𝓳𝓪𝓻

Missa justificaba mucho a Spreen, nunca entendió bien lo que pasó en su familia, solo conocía a Rubius, sabía que el había sido el que fue infiel, su otro padre pidió el divorcio, se casó con otra persona y tuvieron una hija, Missa suponía que eso era el desenlace de la bipolaridad, irá y ansiedad que Spreen tenía, pero no podía entender el por qué se desquitaba con el.

Apreciaba mucho el hecho de que ya no veía a escondidas al hechicero, de hecho había sentido el instinto animal de Spreen más fuerte que nunca, le aterraba, pero suponía que era la forma en la que los osos veían a su pareja, pobre chico, el no sabía que lo veía como su Presa y objeto.

—Spreen, por favor... Podemos hablar, tienes que calmarte... No puedes salir así...—

Una nueva enfermedad se agregaba, la paranoia, El oso temía que le quitarán a su presa, Constantemente salía a revisar que nadie acechara o que no hubiesen rastros humanos cerca de la casa, no podía dejar que se llevarán a su chico.

—Missa, Muevete.— Ordenó.

—No, te puedes hacer daño, llueve muy fuerte, apenas y se ve algo.—

La preocupación de el Mexicano por su pareja era genuina.

—Hablo en serio, te apartas o te aparto.—

Pero Missa ni se inmutó, quería seguir con su Spreen, no hubo más remedio, la ansiedad y paranoia de Spreen estaban volviendo lo ansioso, sabía que era buscado por secuestro y si alguien los encontraba era el Fin, para el las personas estaban cerca del lugar, era la primera vez que desconfiaba de su estrategia.

Con brusquedad empujó a Missa, este cayó, viendo como el Oso se iba entre truenos y relampagos, el Joven solo pensó nuevas formas de justificarlo, aún así la más absurda, era buena razón para hacerlo, por qué Spreen no era malo ¿No?

Es que Missa Tenía miedo de que lo encontrarán y que el no pudiera hacer algo, por qué el solo lloraría. El Greñudo sabía que algo estaba mal y en contra de su amado.