-Hace tiempo que no, Missa, por favor...-
-Es que... Creo que no estoy listo del todo...-
-Miss, Por favor.-
Pero ese apodo hacía sentirse débil a Missa, Spreen había Sido muy paciente y amable los últimos días, tanto que incluso pensaba que era adecuado.
-Hacelo, acepta, por favor, si no lo haces juro que no aguantaré, sabés que me puedo ir...-Comenzaba a meter presión.
-Es que, no me siento listo...-
-Ah, ya, vos no me querés ¿No?-Comenzaba con un sutil chantaje.
Missa en realidad no quería y Spreen no pensaba obligarle, al menos no aún.
-Ya, pero te aseguro, que nadie más te pediría eso, ¿Ya te haz visto últimamente?-Uh, comenzaba con su físico.
-Spreen... No...-
-Yo entiendo el por qué si no tenés buena cara, buen cuerpo te dan una personalidad boluda que le gusta a todos.-
Sabía que mentía, el amaba el cuerpo de Missa y su rostro, pero en serio necesitaba dominar y marcar su territorio.
-Pero bueno, tu sabés que yo no soy un boludo que se iría con cualquier pibito, por qué te amo y valoro.-Nuevamente su chantaje.
-Solo... Intentemos ir lento ¿Si?-
El oso sonrió levemente, victorioso.
La sesión de besos había iniciado más ardiente de lo habitual, no había Sido como Missa quería, cosa que le desagrado desde un instante, pero había su pareja había sido tan cuidadoso y no le había golpeado ni agredido en semanas y no quería eso ahora, no podía retractarse ahora.
Las manos de Spreen recorrían sin vergüenza alguna, termino por despojar al chico de sus ropas, Missa no tardó en imitarle sus acciones trataba de complacerle, parecía más bien un acto ensayado con pasos a seguir, Missa en realidad quería evitar golpes esa noche.
Las marcas de colmillos y rasguños en el cuerpo de Missa estaban presentándose, Missa en serio no quería aquello, se sentía mal, culpable, no como las veces anteriores, quería gritar que se detuviera estaba incómodo y apenas empezaba.
La sensación de desagrado era mayor cuando Missa movía su cadera encima de el miembro ajeno.
-Mas, por favor~ hacelo más rapido~.-Los jadeos de Spreen eran fuertes.
Los roces entre la entrada del Mexicano y la longitud del Argentino eran evidentes, por reacción a su Cuerpo Missa jadeaba.
-Meteló-Ordeno.
Missa complació a su Captor, dando paso a la longitud del chico a su cavidad.
-Duele...~-
-Falta poco...-
Ambos se quedaron quietos, no querían rasgar el interior del greñudo, Spreen solía disfrutar posiciones dominantes, pero nunca pensó que El hecho de que Missa le montará fuera tan excitante.
Missa solía disfrutar posiciones más tranquilas y cariñosas dónde vieran sus ojos ambos, romántico, pero nunca pensó que El hecho de montar a Spreen fuese tan incómodo, desagradable y que le haría sentir tan mal.
Por su parte, Spreen comenzó a moverse, ordenando a Missa hacer un Vaivén, quería sentir más presión y fricción.
Los choques de Pieles eran evidentes, Los puntos sensibles de Missa eran embestidos con brutalidad, se dejaba caer para intentar sentirse bien consigo, Spreen dejaba marcado las garras en muslos de Missa, su cadera de movía de arriba a abajo, con la intención de adentrarse más en el interior del joven.
-No, no aguanto~!-
-Poco aguante-Gruño burlándose.
A diferencia de Spreen, Missa solía soltar gemidos de cierta vergüenza y placer, reacción común de su cuerpo, por qué aún que su mente tuviera emociones tan repugnantes por el hecho de haber Sido manipulado, su cuerpo se sentía en el paraíso cuando Spreen tocaba sus zonas frágiles llenas de placer.
El primero en llegar al Climax fue Missa, quien mancho el pecho de Spreen, sin descaro alguno, esos momentos de su orgasmo fueron los unos segundos en los que se sintió bien, conforme iban pasando se sentía asqueado, incomodo, sucio.
Cuando Spreen termino, ni siquiera pregunto, solo lo hizo en su interior, marcando a su presa como suya, ers suyo y de nadie más, sus instintos carnales y animales gruñían por el cuerpo ajeno, por qué al ser posesivo debía marcarlo.
Nuevos chupetones y mordidas se agregaron al cuerpo de quién había Sido dominado esa noche.
Un beso y un abrazo fue lo que Missa ganó por su aguante emocional, Mientras que Spreen quedó dormido casi al instante, Missa solo se digno a llorar, por qué el no deseaba eso desde un inicio, Missa habla Sido obligado a tener relaciones.
Missa lloro esa noche, pensando en buenos momentos capaces de lograr olvidar lo que Spreen hizo, manipularlo y usar sus debilidades, Missa estaba herido emocional y psicológicamente.
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𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕟𝕥𝕠𝕞𝕖𝕥𝕣𝕠.·•.»|[[𝑴𝒊𝒔𝒔𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏]]
Fanfic30 niveles, entre más sube la escala, Misa se siente más perdido y más descontento consigo mismo. Spreen ayuda a que la escala suba. On-Rol, no sé shipean Streamers. Si identificas una de estas señales en tu relación o en alguna relación ajena, pide...