𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕟𝕥𝕠𝕞𝕖𝕥𝕣𝕠.·•.»|[[𝑴𝒊𝒔𝒔𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏]]

⟨ ✶˚ ·✧· .⟩25;;-𝓥𝓲𝓸𝓵𝓪𝓬𝓲𝓸𝓷.

Missa apenas se movía, apenas hablaba, apenas sentía, al Oso no le molestó demasiado aquello, sabía y consideraba a su pareja un Inútil, alguien a quien a pesar de ver todos sus defectos aún tenía un sentimiento de posesividad ante el, a pesar de no haber alguien para dejarlo marcar lo suyo, quería que se supiera, a pesar de que nadie estuviera, necesitaba hacerlo, su territorio había sido marcado anteriormente en muchas ocasiones, incluso llevaba marcas que lo mostraban, no solo marcas físicas, si no emocionales y psicológicas, marcas que eran heridas en su alma y corazón.

Missa había llorado cada noche desde su último abuso sexual, los golpes eran más intensos, terminaba en el suelo, después de golpes brutales que dejaban salir su sangre, sus pequeñas plantas habían sido testigo de sus súplicas y gritos de dolor, rogaba que parará, hasta que un momento dejo de hacerlo, solo lloraba en silencio y dejaba ser el saco de el Híbrido, quien estaba frustrado, Missa ya no gritaba su nombre al recibir los golpes, necesitaba que lo hiciera para que todos (o nadie) escucharán que Missa tenía dueño.

Ese día en específico el abdomen de Missa había recibido múltiples patadas, el aire faltaba en Missa, todo por que intento defenderse con una silla, dicha silla quedó hecha pedazos.
Los gritos de Piedad de Missa habían cesado, no fue un placer para Spreen.
La visión de Misas disminuía, parecía que se desmayaría, pero intento aguantar ante el pedido de Spreen.

—Si cerras cerras los ojos te juro que no los volvés a abrí, te juro que tomaré la puta espada y te cortaré la garganta.—

Pero no podía morir, Spreen lo necesitaba aún, Missa no quería estar sin su Spreen.

Trato de mantenerse despierto, acto seguido Spreen desgarro su ropa, sin importar que rasguñara el cuerpo ajeno, lo hizo, su piel derramaba valiosa sangre.

Missa sintió su estómago dar vueltas y negó desesperado, rogando que no lo hiciera.

En cuestión de minutos el cuerpo del Argentino estaba casi desnudo, contaba únicamente con su camisa.

El mexicano quien estaba en una posición vergonzosa sintió como sin cuidado, preparación o precaución se adentraban en su entrada, no se hizo de esperar y embestidas bruscas comenzaron.

Missa Lloraba y suplicaba, sus gritos eran desgarradores, Spreen sabía que Missa no quería algo así y no le podría importar menos, Solo se satisfacía ante el contacto físico y los gritos de agonía.

Oh... Missa no supo en qué momento, pero sus piernas estaban sangrando ¿De dónde? ¿Por qué se sentía tan húmedo?... Lo pensó, Spreen había desgarrado su interior, su entrada estaba llena de sangre y líquido pre-seminal.

Missa solo lloraba, jadeaba y suplicaba piedad, por primera vez, prefería morir a seguir con ese sufrimiento.

Spreen siguió satisfaciendose con su repugnante acto, una vez termino en su interior semen y sangre escurría por Missa, simplemente cambio de posición, los gritos eran su deleite.

El mecanismo de defensa de Missa fue caer inconsciente, no supo cuando, cómo o por qué pero despertó para su desgracia.

Miro a los lados, aterrado del Híbrido, no estaba, a su lado habían galletas, el estaba limpio y con ropa del híbrido ¿¡Que clase de puto enfermo era Spreen!? ¿¡Por qué después de Violarlo le limpiaba, ayudaba y cuidaba!? ¿¡Que pecado estaba pagando Missa para ser tratado así!? Oh, Missa, en ninguna de tus vidas fuiste malo.