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Los reflectores alumbraron el escenario con esa colorimetría azul y violeta, el público estaba emocionado por la pronta presentación de aquella pequeña banda que comenzaba a tener su auge.

El sonido de la guitarra se dejó escuchar y el vocalista se acercó para tomar el micrófono entre sus manos y tratar de olvidar lo que había pasado unos días atrás con relación a su manager. Todo se había vuelto un caos por su repentina confesión y no sabía como arreglarlo.

Oikawa actuó como si nada hubiera pasado, pero él sabía que se había vuelto distante de una forma que le dolió. Si hubiese sabido que eso pasaría, entonces no habría hecho nada, se tragaria sus sentimientos con tal de mantenerlo a su lado como lo había estado en los últimos años.

"Me gustas, Tooru"

La sorpresa en los ojos ajenos seguía siendo una imagen que lo atormentaba desde ese día. El castaño no dijo nada y cambió el tema para recitarle el horario de sus próximos conciertos y cuantas ganancias estaban recaudando.

Por supuesto que el desaire le dolió, ni siquiera había recibido una respuesta apropiada, quizás si lo hubiese rechazado todo sería más sencillo. Pero no, simplemente ignoró sus sentimientos y continuó con su trabajo.

—Buenas noches, hermoso público— habló Koushi con una voz tranquila que provocó que todo el bullicio en el lugar se acabase justo para ponerle atención al vocalista de la banda —Nova esta muy contento de estar aquí y ser recibido con tanto amor por ustedes— sonrió y señaló hacia enfrente.

La banda Nova, que apenas comenzaba a tener un éxito cuantificable, era una agrupación pequeña. Pero que su principal característica es que era realmente cercana con cada uno de sus fans.

No tenían polémicas y trataban de mantener la armonía dentro de la banda para no recaer en malentendidos que los llevase a una posible separación.  Eran muy buenos amigos y todos eran muy talentosos. Sin embargo, todos coincidían que quien siempre se robaba la atención y las miradas era su vocalista, Sugawara Koushi.

Debía admitir que el peligris tenía un talento natural para atraer a la gente, su encanto era totalmente nato, su talento para el canto y la composición eran verdaderamente excepcionales. Tooru lo sabía, sabía que Sugawara era un diamante que muy pocas veces se lograba descubrir, quizás esa era la razón por la que estaba tan empeñado en hacer que su carrera fuera cuesta arriba sin importar qué.

—Es por esa razón que como un pequeño regalo, hoy les traemos una canción que ni siquiera la disquera o mi manager conoce— guiño un ojo y después volteó rápidamente hacia una de las esquinas donde sabía que el castaño siempre lo miraba.

Le dedicó una débil sonrisa y trató de calmar a su acelerado corazón ¿había sido demasiado directo? Era probable que sí, prácticamente había gritado que la nueva canción era para Oikawa, ya podía escuchar las preguntas de los demás integrantes de la banda cuando el concierto terminase, después de todo habían pasado toda la semana ensayando sin parar y escondiéndose del castaño para que no la escuchara hasta que estuviese terminará.

—Esto es: Cada qué...— dijo el nombre de la canción y Semi, el guitarrista comenzó con los primeros acordes para ser seguido por Iwaizumi, el baterista y finalmente se uniera Daichi, el bajista.

Los tres se miraron con complicidad, queriendo compartir una pregunta silenciosa sobre qué por fin habían descubierto el enigma detrás de los ensayos fuera de sus horas o en lugares que sabían que Oikawa jamás pisaria.

Toda esa semana había sido muy extraña, no obstante ninguno se atrevió a negarse a seguir la petición del platinado, pues casi nunca pedía nada y parecía que en verdad necesitaba terminar esa canción antes de su presentación.

—Siento que... desde que el momento en que te vi, descifre que jamás serías para mi— ¿Desde cuando se conocían? Sabía a la perfección esa respuesta, ese momento era revivido en su cabeza una y otra vez pues durante ese primer cruce de miradas él se convirtió en alguien especial —Qué tal vez... conocerte fue mi error o quizás el amor se equivocó — empezó a elevar sus notas y más de uno fue capaz de percibir como la canción era interpretada con un sentimiento diferente.

Esa canción... estaba siendo muy personal para el vocalista.

—Y... cada que pienso en ti— sus ojos buscaron con rapidez a su manager, no quería mirarlo, pero su alma lo buscaba con todo lo que tenía —Se enciende mi corazón— estaba mal, lo sabía. Era un masoquista, sin embargo estaba perdidamente enamorado y para su desgracia era un amor no correspondido.

Cuando por fin pudo localizarlo en esa misma esquina, sintió su pecho apretarse, puesto que el castaño tenía la mirada baja. No lo estaba viendo, no le estaba prestando atención y eso le dolió aún más que no haber recibido respuesta en primer lugar.

—Y nada es más triste que hoy...— le escribió una canción y así le respondía Tooru —Hablar de ti...—

No era justo, le estaba ofreciendo todo lo que tenía de sí y no estaba siendo correspondido en ningún tipo de sentido.

¿Por qué no podía llegar a su corazón? ¿Por qué era tan difícil? ¿Por qué se tuvo que enamorar de la forma más estúpida? ¿Cómo... es que habían llegado a esta situación donde se estaban volviendo unos completos desconocidos?

Nada estaba en su lugar y nada lo había estado desde esa vez...

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Hola, mis preciosos lectores, ustedes que me esperan aun si tardo mil 8 mil años en actualizar pq en el anexo no hay señal jfsjga. Hoy les traigo este nuevo fic OiSuga, pq se me ocurrió ayer (inspirado en Belanova) y ando aprovechando mis últimos días en libertad, espero lo disfruten y perdonen a esta escritora-chan por a veces demorar demasiado

Los ama... yo♡

Rosa PastelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora