Koushi suspiró con pesadez y sintió como se le apretujaba el corazón.
Como dolía...
No ser correspondido era una mierda y jamás imaginó que el amor se sintiera de esa manera tan devastadora. Siempre creyó que tendría oportunidad y quizás por esa razón había supuesto lo que no debía, que siempre serían ellos dos.
Oikawa sólo había sido amable con él y jamás le dio pauta a nada más, pero entonces... ¿Por qué hubo ocasiones en la que lo trato con tanta ternura? ¿Por qué había guardado el secreto durante siete largos años?
Se llevó una mano a los labios y recordó el inocente toque que sintió cuando cumplió los dieciocho, su primer beso... Los nervios casi lo devoraban vivo en esa ocasión y decidió atesorar el momento como el más valioso porque desde antes él ya estaba seguro de lo mucho que quería al castaño.
Tooru... maldita sea ¿por qué tuvo que enamorarse de él?
Ya habían pasado dos semanas desde la pelea en el club nocturno y lo que anticipó se cumplió; la reputación de Oikawa estaba hecha un desastre, en todas las redes sociales no dejaban de criticar a su manager.
Muchos comentarios eran bastantes hirientes y muchos pedían que el castaño se alejara de Sugawara porque estar a su lado sólo terminaría por afectarlo, que era un salvaje que no media las consecuencias de sus actos y que debía dar declaraciones o en su caso renunciar.
Los fans pedían a gritos que Oikawa Tooru dejará de ser su representante.
Todos eran unos idiotas, ni siquiera sabían lo que había pasado en realidad y ya se habían atrevido a hablar de esa forma. Él lo había defendido, decidió ensuciarse las manos para que su imagen se mantuviera intacta y... ¿Qué estaba ganando? Montones de declaraciones de odio.
Negó con la cabeza bastante cabizbajo.
—¿Oikawa no vendrá de nuevo?— preguntó Iwaizumi sentándose a su lado.
Desde que salió la nota, Tooru dejó de acompañarlo a todas partes. Le había dado la razón a los fans de Sugawara y le dijo que lo mejor era estar alejados para que él no tuviera problemas, pero... puta madre, hacia mucho que ya estaban alejados.
Todo sólo estaba empeorando y ya no estaba tan seguro si algún día las cosas volverían a ser igual a como cuando sólo eran un par de adolescentes.
—No he hablado con él desde ese día— Sugawara soltó una bocanada de aire y volvió a sentir esa presión en su pecho.
Dolía mucho no verlo, dolía más saber que toda relación posible se estaba fracturando.
El baterista se quedó mirando al peligris y sintió pena por él. ¿Acaso no era evidente lo que estaba haciendo el imbecil de Oikawa?
—Suga— Hajime colocó su mano en el hombro ajeno y soltó un suspiro. Quizás si le decía sus propias percepciones el sentido del juego cambiaría, aunque no estaba muy seguro de que funcionaria —Tal vez no soy el más indicado para decir esto, pero yo creo que...
—Chicos—
El moreno no terminó la oración pues Semi había entrado al lugar con el celular en mano. Parecía que tenía algo muy importante que decir así que decidió posponer lo que tenía en mente.
—Acabo de hablar con Tooru y...—
Sugawara al escuchar el nombre de su platónico salir de esos labios se sorprendió tanto que sus facciones lo reflejaron fielmente.
¿Por qué estaba sintiendo eso?
Desvió la mirada tratando de ocultar su malestar, pero aunque trataba no dejaba de pensar en miles de posibilidades.
¿Tooru? ¿Desde cuando eran tan cercanos como para que Semi lo llamará por su nombre? ¿Y por qué lo había llamado a él? Era su estúpido manager, no el de él.
Prendió su celular y vio que la pantalla no había ninguna notificación. No lo había buscado, sin embargo...
—Dice que la disquera quiere renovar contrato con nosotros y preparar una gira más larga, todo gracias al nuevo sencillo de Koushi— explicó con rapidez —Les ha encantado, aunque les hubiera gustado escuchar la canción antes que el público—
Semi sonrió y se acercó a Sugawara con ciertos aires de superioridad, aires que le generaron incomodidad al peligris.
¿Por qué tanta confianza? El que debía estar feliz con la noticia era él, él la escribió y él le puso cada gramo de su ser a la hora de interpretarla.
Nunca quiso lucrar con lo que sentía, sólo quería comunicarse con Oikawa de una u otra forma.
—Sabía que "Cada qué..." sería un hit— volvió a decir, pero no era una sensación placentera ni sincera, se sentía como si hubiera algo detrás de esa felicitación.
—Y...yo— bajó la mirada.
Se estaba volviendo loco, no sabía que decir, sólo quería preguntarle porqué Tooru había decidido hablarle a él.
—No lo hice con la intención de que estuviera en el siguiente álbum o presentación— murmuró
—Vamos, disfrútalo. Es tu triunfo y...— el celular volvió a llamar, el guitarrista vio el nombre y sonrió —Bueno, tendremos que ensayar más esa canción — y se fue para tomar la llamada.
¿Habrá sido...
—Suga, creo que...— trató de hablar Hajime para retormar el tema principal.
Koushi tomó su celular y marcó el número de Tooru, pero... El número estaba ocupado.
No era cierto, no...

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Rosa Pastel
FanfictionQuizás el amor se equivocó o conocerlo fue un error. Pero ya no quería continuar con ese enamoramiento unilateral y no correspondido. Dolía demasiado, dolía que Oikawa Tooru sólo fuese el manager del vocalista Sugawara Koushi.