METANOIA // Minsung

uno - Visita

Minho pov

Estaba un poco preocupado por lo que pasaría después de aquella llamada, el conseguir el empleo no era lo difícil, lo que si, era tener que enfrentarme con algún pervertido o algo por el estilo; Puede que hasta el anuncio sea falso y realmente esté entrando en una secta satánica para que tome mi cuerpo como sacrificio, porque tontamente yo acepté.

Dios, de todas las estupideces que he hecho en mi vida, creo que ésta ha sido la más grande, pero bueno...¿acompañante? No suena tan mal después de todo; Si alguna vez llegan a ver mi nombre en las noticias al menos espero que sea para avisar que encontraron mi cuerpo.

Ni siquiera pude dormir, toda la jodida noche estuve pensando y sobre pensando pero mi cabeza todavía no obtenía respuesta alguna, me di un buen baño de agua fría y aunque se me dificultaba la respiración logré terminar.
No miento cuando digo que estuve media hora frente al espejo sin hacer o decir algo, mi mirada estaba perdida en el vacío, mi mente en blanco, mi cuerpo mojado secándose poco a poco y mi boca seca como un desierto.

Luego de haberme alistado, en mi mochila puse algunas cosas para mi y otras que pueden gustarle. Me puse algo de perfume y me miré por última vez en el espejo, respiré profundo intentando relajarme, pero aún me sentía algo tenso.

—Tranquilo minho...Tu puedes con esto, si algo sale mal corre y no mires atrás.

Dije a mi mismo para luego tomar mis llaves y salir de mi departamento; Tuve que tomar un taxi para llegar hasta la zona donde ellos viven. Parecía de película, la música era lo único que me tranquilizaba en ese momento, miraba por la ventana como nos ibamos alejando poco a poco de las casas "comunes" para llegar a un barrio donde eran enormes...Muchos autos lujosos, personas vestidas con un estilo caro.
Inclusive las cafeterías que pasaban por mis ojos se veían algo caras...Estaba seguro que no podía pagar ni un café con agua.

Miré el escrito en la nota que había hecho una vez más dándome cuenta que estábamos a pocos kilómetros de llegar. Mi corazón ya comenzaba a molestarme, tanto que parecía que escuchaba más mis latidos que la música en mis audífonos.
El conductor se detuvo sacándome de mis pensamientos, la tarifa fue bastante alta, tanto que me dolió sacar los billetes de mi cartera pero ya no podía negarme.

Salí del auto admirando la enorme casa que tenía delante de mí, parecía irreal para mi, pero eso no quitaba el miedo que tenía de tocar el timbre; A paso lento me fui acercando a la puerta y aún con mi mano temblorosa presioné el botón.

—¿Quién es y a quién busca?

La voz de una mujer algo vieja se hizo presente en el la bocina del timbre lo que me hizo dar un pequeño salto, era algo nuevo para mí pero perturbador.

—Buen día, mi nombre es Lee Minho, soy la persona que contrataron por teléfono, ¿Está el señor?

—Ah! Joven Minho, un momento por favor!

¿Joven Minho? ¿Cree que soy de la realeza o algo así? Si me van a llamar así todos los días prefiero cortarme las venas, suena ridículo y vergonzoso, digo, ya no se usa eso...
La puerta se abrió en ese momento sacándome de mis pensamientos y la señora que había hablado conmigo hace unos instantes se apareció delante.

Con una sonrisa me invitó a pasar, mis ojos estaban brillando por la increíble vista, era una casa enorme, el patio era espacioso y pude ver unos pequeños cachorros a lo lejos, el aroma floral y fresco refrescaba mis fosas nasales. Seguí el camino que me había indicado la mujer entrando por una puerta grande de madera.

La vista por dentro era aún más agradable, mis ojos no sabían ni a dónde mirar, inclusive tenían un poco de jazz reproduciéndose de fondo, de verdad que me sentía cómodo pero igualmente seguía nervioso, apenas si conocí a la señora, no me imagino como será conocer a mis asesinos, digo, jefes.