catorce - Tormenta

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—Y bien, ¿que te pareció la película?

—Creo que tendré que dormir con mi papá...

La voz de Han se escuchaba algo suave y débil, era en serio que le había asustado la película, mientras que para Minho también había sido de pánico, pero se intentaba hacer el valiente delante de él para quedar como un "genio".

—Para que se te vaya el amargo sabor de la película, te invito a comer algo dulce, vamos —tomó su mano y se dirigieron a la salida.

—Espero que no sea una broma —lo miró.

Ambos salieron del cine y caminaron por unas 3 cuadras hasta llegar a un bonito café, no había jazz como a Jisung le gustaba, pero eran canciones viejas americanas; En ese momento se estaba reproduciendo "only you", una canción suave y con una lírica muy linda justo para ese momento.
Se dirigieron a la parte del patio donde por la hora ya se comenzaban a encender los focos que había alrededor, era una estética bastante agradable y linda.

—Buena tarde, ¿ya decidieron lo que van a ordenar?

Una chica alta y de cabello rosado se apareció luego de que tomaran su lugar.

—Yo comeré lo que tu me pidas —el menor cerró la carta del menú y se la entregó a la chica.

—En ese caso... —hojeó el menú— Serán dos caramel macchiato y la orden de mini waffles por favor.

—¿Que toppings llevarán? —apuntó en su libreta.

—¿Se puede pedir combinado? —vió como ella asintió sonriente— Un plato que sea mitad chocolate y mitad syrup de fresa, con coco rallado, plátano y fresas —miró al pelinegro y de inmediato regresó sus ojos a ella— El otro sería crema batida y chocolate, mora azul, kiwi y coco rallado por favor.

—Anotado, en un momento les traemos su pedido.

—¿Cómo es que supiste lo que me gusta? —lo miró riendo suavemente.

—Es mera intuición —levantó sus hombros— Estar tanto tiempo contigo es como estudiar una carrera.

—Qué dices, tonto.

—Si, cada día aprendo una cosa nueva contigo —sonrió— Y es divertido.

Se quedaron un rato así disfrutando de tan calmado ambiente, la luz del cielo cada vez se iba acabando para anunciar la llegada de la luna.
La mesera llegó rápido con los pedidos, todo se veía delicioso, a los dos mágicamente les brillaban los ojos al ver tanta dulzura en frente de ellos (incluso babearon). No pensaron dos veces cuando ya estaban devorando su postre y el café estaba en su punto, no era ni muy dulce pero tan poco tan amargo, los waffles dieron justo en el blanco.

—Dios, esto es genial —dijo el pelinegro bebiendo del café— Creo que vendré más seguido a pedir lo mismo.

—Verdad —limpió su boca— Había leído una reseña en internet, por eso decidí traerte aquí, además, no quería venir solo —se rió— Me vería ridículo.

—Bueno, ahora somos dos ridículos entonces —sonrió— Por cierto —comió un poco más— ¿Tu no tienes pareja?

—No, creo que nunca me he enamorado de alguien, entonces me da algo de miedo intentarlo.

—¿De verdad? —lo miró.

—El amor es algo monótono para mí, un sentimiento doloroso y pasajero, entonces prefiero evitarlo, además —humedeció su boca con la bebida— Soy algo inexperto con nuevos sentimientos, aunque, claro que he pensado en tener a alguien a mi lado pero siempre me pregunto si esa persona me soportaría.

METANOIA // Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora