En una de las habitaciones del palacio Top-Kapi, un hombre estaba sentado en una mesa. Sostuvo los documentos en sus manos y los miro con seriedad.
Habiendo terminado con los papeles, los dejo aun lado y se levanto de la mesa y se estiro. Desde las puertas abiertas que conducían al balcón, una corriente de aire entro en la habitación, por lo que las cortinas de la ventana revolotearon. El hombre volvió a mirar el ruido y decidió salir al balcón.
Al salir de las habitaciones mal ventiladas, el hombre se sentó en el sofá, cerro los ojos y respiro el aire fresco del Bósforo.
En apariencia el hombre no tenia mas de 50 a 60 años. Era bastante alto, a pesar de su edad tenia un físico bastante fuerte.
Estaba vestido con un caftán ricamente decorado con piedras preciosas y bordados con hilos de oro y en casi todos los dedos llevaban un anillo con preciosas gemas. También tenia una barba negra con mucho grises que le llegaba hasta el pecho. Con unos ojos azules impresionantes y que dependiendo de su estado de animo solían cambiar de color de azul claro aun gris tormentoso. Aunque nadie tenia permitido mirarlo directamente a los ojos.
El Gran Sultán Suleiman Khan El Magnifico. En apariencia parecía un guerrero formidables, un bárbaro, pero de echo, por dentro era un poeta sensual y un amante cariñoso, un romántico apasionado. Algo que solo su señora sabia su esposa legal y legitima La Sultana Hurrem. Ella quien lo conoce mejor que nadie, solo ella podía comprenderlo y apoyarlo en los momentos difíciles, solos sus manos podían curar sus heridas mas profunda de su alma, ella era el sentido de su vida, el centro de su universo, su manantial en este desierto árido, su rosa sonriente...
''Que mañana, los pájaros elogian tan bellamente el comienzo del día. No importa lo que depare este día, peo la mañana es incomparable'', pensó Suleiman con una sonrisa en su rostro. ''Hace mucho que se despertaron los pájaros, pero habrá abierto los ojos mi ave del paraíso''. '' Quiero visitarla''. y con ese pensamiento, salió del balcón y se adentro a sus aposentos.
-Guardias- Llamo el Padishah. Un momento después se abrió las puertas y uno de os sirvientes apareció en el umbral. -Señor- dijo el joven mientras se inclinaba.
- Ve con la sultana Hurrem y dile que iré a visitarla que se prepare para mi llegada- dijo el soberano mientas sonreía.
-como usted ordene, señor- dijo el guardia mientas salía de los aposentos del sultán.
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Después de todo los acontecimientos de la madrugada la sultana no pudo serrar los ojos, los pensamientos de que ya no seria capas de hacer feliz a su esposo y darle un hijo, nuevamente la atormentaba. Ella aun no podía creer que esto le tuviera pasando, pensaba que era un sueño.
Oh Ala como se lo diré a Suleiman -pensaba la sultana en un mar de pensamientos tormentosos.
''Señora, sultana''-El torrente de pensamiento fue interrumpido por la voz de un joven aga, se giro en su dirección y asintió, haciéndole saber que estaba lista para escucharlo.
-El sultán me a enviado para informarle que vendría en unos momentos que este lista para recibirlo. -puedes irte- respondió la sultana con ansiedad. Tan pronto el aga se fue la sultana hurrem salto de la cama al instante y con voz medio fuete llamo a sus sirvientas.
-Ensu, Aisha- llamo la sultana, tráiganme un vestido y una corona, ''Vamos'' - pero sultana, Halime Hatun dijo que necesita reposo para que este mejor murmuro Ensu.
-''Te atreves a discutir con migo , Hatun.'' 'Haz lo que te ordeno o terminaras en el palacio de las lagrimas- dijo la sultana con fuerza a la hatun, a pesar de que la señora no se veía bien, pues aun tenia fiebre.
-Como usted ordene, sultana, exclamo en voz baja la hatun y salió.
''Oh Ala, Suleiman no debería verme de ese modo, se preocupara y tendré que decirle todo. Si, ciertamente le contare todo, pero no ahora, no es el momento adecuado.
Cuando Cansu Hatun entro con la vestimenta. En un instante se desvistió sin ningún pudor quedando desnuda delante de sus sirvientas.
Parecía que la belleza de su cuerpo era lo único que no se veía afectado por la edad. Con su espalda recta y postura majestuosa, su larga cabellera roja que se derramaba por sus hombros y espalda que se asemejaban a las llamas, sus hermosos senos, que fueron cuidadosamente cuidados por los labios de su marido, su vientre que estaba un poco redondeado a causa de sus embarazo. sus hermosas caderas que se destacaron con cada paso y le robaba la miradas de muchos, y sus magníficos glúteos que aun no han perdido su firmeza. Sus piernas delgadas y largas las cuales encantaban a su marido....
La sultana se admiraba en el espejo llevaba un vestido azul oscuro y una elegante corona .
Su flujo de pensamiento fue interrumpido por una voz que venia del pasillo.
-ATENCION-.''Sultán Suleiman Khan Khazret Rili''. Las puertas se abrieron y La Sultana hizo una reverencia rápida mientras el sultán entraba con un porte majestuoso y pasos fuertes.
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NUESTRO AMOR NO TIENE LIMITES
FanfictionLa Sultana hurrem descubre que esta en la menopausia y envía a una concubina a el sultan, pero la concubina no paso la noche con el.