Capitulo 6

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Nazenin, mi amor, la señora de mi corazón - llegaron a oídos de la sultana las palabras de su marido, que como un puñal invisible se clavaron en su corazón. -Amo- murmuro la esclava y levantándose lentamente de puntilla toco sus labios. el sultán y Nazenin se fusionaron en un beso. - Suleiman- dijo Hurrem en voz baja, sin creer lo que veía y se dirigió hacia el. - ''Suleiman'' grito, pero en vano, el sultán no parecía oírla, y acelero sus pasos. Solimán'' - una llamada silenciosa se transformó en un grito, y unos pasos para correr. Las lagrimas brotaron se sus ojos. ''Solimán'' -De forma desgarradora llamo a su amante, pero el no le presto atención. Hurrem sultán comenzó a correr aun mas rápido pero mientras mas corría mas se alejaba de ella. Agotada la sultana cayo de rodillas y abrazándose rompió en llanto, lanzando un grito desgarrador...

''Sultana, Sultana''- la llamo alguien mientras le tocaba el hombro.- ''Aaa''- grito la mujer.

Despertando abruptamente. Su corazón latía con fuerza, su rostro estaba cubierto de sudor. Frente a ella, vio a Fakhriye kalfa asustada. -Agua, fahriye, agua, apenas pronuncio la sultana. La kalfa le dio un vaso, habiéndolo terminado, la sultana pregunto - ¿Qué paso? - Pase y escuche gritos desde sus aposentos, señora, gritaba el nombre del señor, decidí entrar, me di cuenta de que estaba teniendo una pesadilla y la desperté - sin dudarlo , respondió la kalfa.

Rápidamente pensando en su sueños, la sultana hizo una pregunta'' ¿ Nazenin hatun esta con el sultán? - Los ojos de la Haseki lanzaron llamas hacia la kalfa. Fahriye bajo la cabeza. -''Responde ''-hurrem alzo la voz.

Si, sultana- murmuro la mujer. -¿Cuanto tiempo ha estado con el ?

-Cuando caminaba hacia usted, vi a Syumbyul aga , que llevaba a la señorita al sultán. Así que podemos decir que no mucho tiempo.

-''Fuera, fuera'' ''Váyanse todos'' ''Déjenme'' grito la sultana mientras se levantaba de la cama.

Al darse cuenta de que había quedado sola, la sultana callo de rodilla y se echo a llorar, agarrando con las manos la alfombra que estaba extendida en el suelo. ''Oh, Ala, ¿Qué he echo? Me mate con mis propias manos, yo misma destruir toda la felicidad que construí a lo largo de los años.

¿Cómo pude hacer esto? ¿Qué has echo, hurrem? ''Perdiste a Suleiman'' ''Perdiste a tu Marido hurrem'' ¿Qué será de mi después de esto? ''Como me odio a mi misma'' ¿Por que lo hice, por que? Si, puede que lo haya hecho feliz, pero me rompí.

Lance una flecha directo a mi corazón, '' Me prendí fuego'' Yo misma me condene al tormento eterno..''

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Se hizo el silencio en los aposentos del sultán. Todo lo que se podía escuchar era el crepitar de las brasas en la chimenea. El gobernante supremo estaba sentado en el sofá inmerso en un libro. Dejando el libro aun lado, Suleiman cerro y se froto los ojos cansado. Sin abrir los ojos, apoyo la cabeza en su mano. ''¿ Por que Hurrem se volvió tan fría y distante con migo? No la he visto en varios días. ¿De verdad...., Acaso dejo de amarme? ''NO, simplemente me niego a creerlo'' No podía actuar tan cruel con migo. O tal vez.... ¿Le di alguna razón para tratarme así ? Pero, ¿ Cual fue exactamente la razón de esto? .

Necesito hablar con ella de inmediato.

¿ Que hare ahora?

''Entra'', dijo. ''Oh, esta es probablemente mi sultana. Sabia que no podía estar sin mi por tanto tiempo'', pensó el sultán con una sonrisa, y moviéndose hacia el centro de sus aposentos, dio la espalda a las puertas.

Las puertas se cerraron y el gobernante otomano sintió que algo andaba mal. Por lo general, después de que Hurrem entraba en sus aposentos, lo llamaba por su nombre, con ese tono que lo enloqueció desde la primera vez que lo escucho de sus dulce labios. Pero ahora había silencio.

El Padishah se dio la vuelta lentamente y vio frente a el no a su mujer amada, sino a una señorita desconocida. ¿Quién la envió? ''Puedes ser libre, hatun'', dijo fríamente el sultán.

''Pero...'' Nazenin respondió con una voz apenas audible. -Dije todo. IR. -Dijo el sultán y agito su mano hacia la salida. La señorita hizo una reverencia y se fue en silencio con lagrimas en sus ojos.

Tan pronto como las puertas se cerraron, Suleiman grito -''Guardias'' Un momento después, un sirviente apareció en la habitación. E inclinándose dijo- Si, majestad. - Tráeme a Syumbyul aga... ''Urgentemente'' gruño y se alejo. - como usted ordene- respondió el sirviente y desapareció.

Unos minutos mas tarde, Syumbyul entro en los aposentos. -Mi sultán- dijo arrastrando las palabras -quería verme...

-Syumbyul aga, ¿Quién dio la orden de prepárame una concubina? - levanto la voz el dueño del mundo. No hubo respuesta. El soberano se encontró instantáneamente justo en frente de la cara asustada del aga. -Señor... - comenzó a tartamudear Syumbyul -La orden de.... dio... -''Vamos'' grito el sultán. - la orden la dio la sultana Hurrem... -Dijo temeroso el aga.

Suleiman se aparto bruscamente del sirviente. No... no puede ser, como pudo ella hacer eso.... - no termino el soberano y empujo a Syumbyul aga, fuera de sus aposentos. ''No puede ser'' '' No puedo creer lo que oigo'' ¿ Como pudo enviarme a una concubina ? No es como ella. Pensó el sultán mientras se dirigía con pasos rápidos a los aposentos de su Haseki.

Mientras Hurrem pensaba que su esposo esta entreteniéndose con la concubina que ella le envió, la sultana estaba sentada en la cama de sus aposentos llorando amares. Sus ojos se pusieron rojos por la cantidad de lagrimas derramadas y sus manos temblaban nerviosamente. Ya se había puesto su ropa de cama, aunque ella sabia que no dormirá esta noche.

De repente, las puertas se abrieron de forma violenta. Levantando la cabeza Hurrem vio al sultán parado en el umbral. '' Su majestad'' murmuro Hurrem sorprendida, haciendo una rápida reverencia e imperceptiblemente se limpio las lagrimas de sus mejillas, ''pero . pero no debería de estar aquí.

Suleiman tomo suavemente las manos de su sultana entre la suyas y dijo -Oh, mi Hurrem, no me importa lo que digas o agás, todavía te amare con todo mi corazón.

-Suleiman el hecho es que... que, que nunca mas volveré a tener hijos.... -Y con esas palabras, la sultana se enterró en el pecho de su marido y sollozo. Sin saber que decir, el sultán puso su mano sobre la cabeza de Hurrem y comenzó a acariciarla suavemente. Así estuvieron durante varios minutos, hasta que Hurrem se calmo y alejándose de su amado, mirando directamente a los ojos de su esposo, dijo-Sabes que el tiempo no perdona a nadie, ''Me gustaría darte mas hijos Suleiman, sin embargo no puedo.

Mi amor, dueña de mi alma y de mi corazón, eres mi felicidad y mi paz. -Dijo el sultán mientras sus manos bajaron hasta la cintura de su esposa - Si quisiera otro hijo, Ala nos habría escuchando y nos lo habría dado sin falta. -apretándola aun mas conta si mismo, añadió y ahora mismo Ala debería escucharnos.

A partir de esas palabras, el rostro de hurrem brillo. Al ver la sonrisa de su Haseki, el sultán fijo su mirada en sus labios. Capturando esta mirada la sultana coloco sus manos sobre los hombros de su esposo y toco tiernamente sus labios. Sus lenguas se entrelazaron en una frenética danza amor. Prendiendo fuego a su sangre y moviendo hasta lo mas recóndito de su alma.

NUESTRO AMOR NO TIENE LIMITESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora