Una vez en el aire fresco, aspiro el olor de la noche con el pecho lleno. -''Todo poderoso'' ''Escúchame'' No me dejes sin el sentido de mi vida. Sálvala... Toma mi alma, solo déjala vivir... Rezo el sultán en voz alta y una lagrima de dolor rodo por su mejilla.
De pie en la terraza solo inmerso en sus pensamientos sombríos, no se dio cuenta de como se abrió la puerta de la terraza, y como una figura salía.
Hurrem salió al balcón. -Suleiman -dijo ella suavemente, y presionando su mejilla contra su espalda, mientas lo abrazaba por la cintura. -Hurrem -el sultán se giro bruscamente y limpiándose rápidamente las gotas saladas de su rostro, abrazo a su esposa. -¿Que te pasa, Hurrem? ¿Qué ha pasado? -Todo esta bien, Suleiman. -dijo la mujer y comenzó a acariciar suavemente la barba del hombre. -pero... Cuando entre estabas inconsciente. -Es normal. - Hurrem esto ya no lo es. -Hurrem sonrió- Con las embarazadas suele pasar esto... -dijo hurrem y sonriendo, bajo la mirada. El sultán sonrió, y tomando a su esposa por debajo de las caderas, la levanto y la hizo girar.
La risa de Hurrem , atravesó la oscuridad de la noche, finalmente bajando a su mujer y juntado sus frentes, el sultán dijo- Después de tantos años volveremos a ser padre, Ala nos ha escuchado. Me has echo tan feliz, Hurrem... y con estas palabras la tomo por la barbilla, juntando sus labios dándose un beso lleno de amor y sentimientos imposibles de describir y que tomaría varias vida poder descifrar.
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