tentación

6.

Oh cruda realidad...

Sasuke parecía sombrío. ¿Qué podía causar esa rigidez en su mandíbula? ¿Y era lástima eso que expresaban sus ojos cuando la miraba?

La verdad fue como un puñetazo en el pecho. Respiró hondo. Naruto se estaba muriendo. Le habían diagnosticado algo espantoso y esa noche le iban a dar la noticia los dos juntos. Y ella era la peor persona del mundo por tener sueños eróticos con Sasuke y regodearse en su lujuria mientras el pobre y valiente Naruto se enfrentaba solo al espectro de la muerte.

Sasuke se inclinó hacia delante, con los brazos en las rodillas y los dedos cruzados. La miró.

-Esto debería decírtelo Naruto. Yo venía sólo para darle apoyo moral... No sé por dónde empezar.

Sakura enderezó los hombros y se sentó más recta en el sofá. Tenía que ser valiente.

-¿Cuánto tiempo hace que lo sabe?

Él la miró sorprendido.

-¿Cuánto hace que lo sabes tú?

-Desde ahora mismo.

Sasuke la miró con aire interrogante.

-¿Ahora?

-Lo he supuesto. Y Naruto puede contar con que estaré a su lado aunque la boda no se celebre -tal vez estuviera demasiado enfermo o no viviera lo suficiente para llegar al altar.

-Sakura, ¿qué es lo que crees que sabes?

-Naruto se está muriendo, ¿verdad? ¿Qué tiene? ¿Cáncer? ¿Un tumor? ¿Cuánto hace que lo tiene? Sabía que últimamente estaba distinto, pero pensaba...

Sasuke movió una mano en el aire para hacerla callar.

-Vamos a retroceder un poco. ¿Tú crees que Naruto se está muriendo?

-¿No es así? Tú tienes un aire muy tétrico.

-Yo siempre tengo un aire tétrico. -suspiró Sasuke-. Por lo que yo sé, él está muy sano.

sakura se dejó caer contra el sofá, aliviada. Mientras Naruto estuviera sano, todo lo demás podía...

-Ha estado con otra persona.

-¿Qué? -Sakura volvió a enderezarse-. ¡Bastardo! -lo mataría. Ella se sentía culpable por sus sueños y él le ponía los cuernos-. ¿Es alguien que conozco?

-Creo que lo has visto.

Sakura tardó un momento en asimilar lo que acababa de oír.

-¿Lo? ¿Acabas de decir que Naruto sale con un hombre?

Sasuke asintió con la cabeza.

-Eso es lo que me ha dicho esta mañana.

-¿Un hombre? ¡Un hombre! ¿Me deja por un hombre?

Habría sido bastante malo que la dejara por otra mujer, ¿pero un hombre? Nunca en su vida se había sentido tan furiosa y humillada. Por no hablar de traicionada.

Sintió el picor de las lágrimas en los ojos. ¡Maldición! No se enfurecía a menudo, pero, cuando lo hacía, en lugar de gritar y amenazar lloraba. ¡Vaya porquería!

Sasuke negó con la cabeza.

-No creo que quiera romper necesariamente. Sólo quería contártelo. Dice que sólo ha pasado una vez y cree que es bisexual -él parecía más sombrío que nunca.

¿Qué Naruto no quería necesariamente romper? ¡Qué valor! Aquello alimentó aún más su furia. Ella no tenía nada en contra de los homosexuales, pero no se casaría con uno. Tiró del anillo de compromiso, que se atascó en el nudillo. Aquello fue la última gota. Sakura, la oveja negra de la familia, había vuelto a meter la pata. Su furia salió en forma de lágrimas calientes que rodaban por sus mejillas. Tiró de nuevo y al fin consiguió sacarse el anillo. Se lo puso a Sasuke en la mano.