Tal y como Seojoon le dijo a sus padres, resultó por ser aceptado. Aquel alfa no volvería a la universidad en un par de meses porque su ego había ido a la basura cuando Lisa lo agredió, jamás iría a estudiar con el aspecto que actualmente tenía.
La inseguridad lo invadía al pensar que todos ahí soltarían rumores y bromas que él no quería soportar.
Jennie, luego de la última conversación incómoda que tuvo con su aún novio, decidió no verlo por un par de días, por lo menos hasta que aquel desagradable sentimiento de estar cerca de él desapareciera.
ㅡ¡Hey, Jennie!
La mencionada que sujetaba entre sus brazos un par de cuadernos, dio media vuelta ante el llamado, no creyendo que aquella voz era la que ella ansiaba escuchar desde hace mucho tiempo atrás.
ㅡ¡Soo~! ㅡexclamó con emoción y una sonrisa amplia.
La alfa sujetando más el tirante de su mochila, se acercó lo más rápido posible hacia la omega. Ambas se sonrieron genuinamente y se dieron un fuerte abrazo.
ㅡTe extrañé tanto. ㅡconfesó con timidez.
ㅡY yo a ti. ㅡse separó levemente y le dio un sutil beso en la frente. ㅡ Escuché lo que pasó con Seojoon. ㅡsoltó con disgusto. Jennie no pudo evitar hacer una mueca desagradable ante el recuerdo de aquella conversación. ㅡ Pero eso no importa. ㅡdijo cambiando de expresión. ㅡ Lo importante es que ahora podremos pasar el tiempo juntas. ㅡla omega sonrió ante la propuesta. ㅡ Todo el que podamos o el que quieras. Dios, hay tantas cosas que quise contarte pero no pude. ㅡbajó levemente el tono de su voz.
ㅡOye, ya no digas eso. ㅡintentó esbozar una pequeña sonrisa para no dejar que los ánimos de su amiga desciendan. ㅡ Cómo dices tú, ahora lo importante somos nosotras, ya puedo hablarte sin ganarme problemas luego, me siento tan...
ㅡLibre. ㅡafirmó la alfa con sinceridad.
¿Cuándo podrá Jennie detener todo aquello y ser feliz?
ㅡLibre. ㅡrepitió para sí misma.
ㅡVen. ㅡtomó delicadamente su muñeca. ㅡ Vamos al comedor, hay alguien que quiero que conozcas.
ㅡDe acuerdo.
Jennie se sentía muy bien. ¿Cuándo había sido la última vez que había disfrutado de la compañía de Jisoo? No lo recordaba y tampoco creía conveniente saber quién era el culpable de aquello.
Una vez estando en el marco de la entrada, la pelinegra tanteó con la mirada hasta buscar a su amiga alfa, quería pasar el tiempo con ambas, quería que Lisa y Jennie pudieran compartir más momentos sin que la omega temiera de alguien que ya no estaba ahí por el momento.
Jisoo sabía todo lo que Lisa estaba empezando a sentir por la omega y, luego de tantas conversaciones, ella misma pudo analizar toda la situación. Estaba más que segura que su amiga alfa estaba enamorada de Jennie y ella como buena amiga solo quería ayudarlas.
Porque Lisa es una gran alfa.
Porque Jennie es la persona más especial para ella y merece ser tratada y amada de una manera especial.
Y sabía de sobra que ambas podían vencer futuros problemas, tenía la esperanza de que algo entre ellas fluyera de manera natural. Quería verlas sonreír también.
ㅡHey, Lisa.
La mencionada alzó la mirada que anteriormente estaba en un pequeño libro y se sorprendió al ver a Jennie junto a la pelinegra.
ㅡHola. ㅡmostró una genuina sonrisa qué más iba dedicada a la linda omega.
Jisoo pudo percatarse de ello y sonrió ante la mirada brillante que la alfa rubia tenía en esos instantes.
ㅡVeo que ya se conocen. ¿Cierto? ㅡla omega asintió levemente, esbozando una pequeña sonrisa también. ㅡ Okey, entonces creo que iré a comprar algo antes de que el timbre suene. ㅡLisa se tensó un poco. ¿Ambas estarían solas por unos momentos?ㅡ ¿Quieres algo, Nini?
ㅡNo, unnie, gracias.
ㅡToma asiento junto a Lisa, vuelvo enseguida.
Ambas conectaron sus miradas una fracción de segundos y luego la alfa bajó la cabeza algo apenada. La idea de estar juntas en un lugar más público le agradaba en demasía y no quería incomodar a la omega al lado suyo.
ㅡ¿Y bueno cómo estuvieron tus clases? ㅡcuestionó con normalidad. Pero antes de que Jennie respondiera, no pudo evitar fruncir levemente el entrecejo.
ㅡ¿Qué pasa? ㅡpreguntó totalmente extrañada.
Lisa se puso un poco nerviosa ante la pregunta que simplemente no quería responderle. Había sentido el aroma de Jisoo impregnado en Jennie y aquello no le agradó tanto.
La alfa deseaba poder tener algún contacto con la linda omega, para poder así soltar su fragancia y se acoplara a la preciosa omega, se sentiría tan feliz si pudiera hacerlo.
ㅡ¿Lisa, pasó algo? ㅡinsistió.
ㅡTú... ¿Tú podrías darme un abrazo? Por favor. ㅡpidió suplicante. Con una suave y lenta voz.
La omega la miró algo sorprendida por aquella petición, intentando sopesarla.
ㅡ¿Un abrazo? ㅡla alfa asintió efusivamente.
¿Cómo decirle sin titubeos y timidez que quería impregnar su aroma en la omega? No, no sabía cómo hacerlo y tampoco lo creía prudente.
ㅡEs que me siento algo desanimada y..., y un abrazo siempre me reconforta. ㅡtrató de no ponerse nerviosa.
Jennie elevó levemente la comisura de su labio ante lo adorable que se veía la alfa, con un leve color carmín en sus mejillas y sus pequeñas manos jugueteando entre ellas.
ㅡEstá bien. ㅡdijo con suavidad.
ㅡ¿E-en serio? ㅡLisa alzó su mirada rápidamente con algo de asombro. ㅡ ¿Me dejarías abra-?
Los delgados brazos de la omega rodeando su cuello hicieron que dejara instantáneamente de hablar, su loba se removió feliz y a gusto con la calidez que aquel contacto emanaba. Se sentía demasiado bien. Podría abrazarla siempre.
Lisa parpadeó rápidamente tratando de reaccionar y sin dudarlo, correspondió el abrazo. Colocando cuidadosamente su rostro en la curvatura del cuello de la omega y rodeando con sus brazos la pequeña cintura ajena.
ㅡGracias. ㅡinhaló sutilmente el aroma de la omega, deleitándose con lo dulce y agradable que era. Jennie solo pudo sonreír sutilmente.
ㅡNo es ningún problema. ㅡno pudo evitar sentirse avergonzada, y menos hacer desaparecer aquel rubor en sus mejillas. De cualquier forma, ella amaba dar abrazos y Lisa era alguien en quien podía aprender a confiar.
Pero quizás la alfa no le agradecía solo por aquel contacto, sino por los momentos que han estado compartiendo, desde aquella vez en la que la omega la aceptó como su amiga, en la que ni evitó su cercanía ni rechazó su amistad.
Con una sonrisa preciosa, Lisa intentó soltar un poco más de su aroma, anhelando así que nadie se atreviera a fastidiar a la omega al tener impregnado su potente aroma, al tener el aroma de su futura alfa.
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