Treat you better | Jenlisa

Capítulo 38

ㅡ¡Doctor Choi! ㅡla omega lo tomó rápidamente del brazo, con las mejillas empapadas de lágrimas y los ojos reflejando ansiedad y esperanza. ㅡ ¡Lisa ha despertado! ¡Despertó!   

El alfa mayor se sorprendió ante lo escuchado, mientras la pareja Manobal y Kim Doyeon, se levantaban rápidamente al percibir el tema de conversación.   

ㅡ¿Lo dices en serio?  ㅡChitthip se sintió temblar ante el fuerte choque de emociones.   

ㅡ¡Sí, ella lo está!   

ㅡNo hay que perder tiempo, tengo que hacer otro chequeo y varios análisis.   

ㅡTengo que volver, lo esperaré ahí.   

ㅡLo siento, señorita Kim, no podrá estar presente. ㅡla retuvo del brazo. ㅡ Tengo que hacer un estudio delicado y solo tengo que tener a mi lado a un par de enfermeras.   

ㅡPero yo, ella.. ella me necesita ㅡdijo débilmente. ㅡ Tengo que acompañarla.   

ㅡNo tardaremos con el paciente. Prometo que cuando esté más estable, la llamaré especialmente a usted. Les sugiero más bien que vayan a casa a dormir al menos un poco. Son casi la 1:15 am y yo también tengo que irme. Manobal estará bajo buen cuidado.   

ㅡMe quedaré lo que sea necesario.   

ㅡYa escuchó a la omega de mi hija ㅡmencionó Chitthip esta vez. ㅡ, no nos moveremos de aquí.   

Diciendo esto, el doctor Choi se resignó y fue con rapidez, llamando a un par de enfermeras para luego entrar a la habitación en donde se encontraba Lisa. La omega tendió a quedarse ahí, después de todo la salud de la alfa era lo primordial.   

ㅡ¿Es verdad lo que dijiste, Jennie? ㅡinquirió nuevamente Chitthip. ㅡ ¿M-mi hija ha despertado?   

ㅡSí, señora Manobal. ㅡse expresó sonriendo levemente, acomodándose entre los brazos de su progenitora.   

ㅡNunca debiste perder la fe, cariño. ㅡla reconfortó Doyeon mientras lo abrazaba más. — Lisa es una alfa muy fuerte.   

Chitthip empezó a llorar, pero esta vez fue con un atisbo de felicidad. Estaba sintiendo un fuerte golpe de emociones que solo tendió a refugiarse en los brazos de su esposo, siendo este quien le daba suaves caricias en la espalda y le susurraba—: Tranquila, nuestra hija ya está bien.  

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El sonido insistente del timbre fuera de la puerta principal, resonaba en toda la planta baja de aquella gran casa.

Una alfa de cabellera castaña que yacía sentada leyendo un pequeño libro, gruñó levemente al saber que la servidumbre no se dignaba a atender el llamado de la puerta.   

ㅡ¡Ya va! ㅡgritó levemente mientras se levantaba con cierto disgusto. ㅡ Ni para esto han de servir esta gente. ㅡmurmuró para sí misma, fastidiada

Se acomodó el flequillo y con un suspiro cansino, abrió la puerta, frunciendo el ceño al notar que eran tres hombres uniformados, claramente formando parte de la policía. ¿Pero qué hacían ahí?   

La alfa no lograba comprenderlo.   

ㅡ¿Qué se les ofrece? ㅡdijo arisca y tajante. No era como si tener a tres policías afuera de tu casa sea algo agradable de recibir.   

ㅡTenga buenos días. ¿Se encuentra aquí Park Seojoon? ㅡrespondió el alfa frente a ella, demostrando su aura autoritario y firme.

ㅡSí, es mi hijo. ¿Por?