Esa noche, a pesar de la insistencia de Doyeon para que las Manobal se quedaran a cenar con ella y su joven hija, Chitthip tuvo que rechazar la propuesta, alegando que era muy tarde y que Lisa tenía que asistir a la universidad mañana de manera puntual y correcta.
La señora Kim pareció entenderlo mejor, pero en su cambio, ella haría que Jennie reposara en casa al menos todo el día de mañana. Solo para estar más segura.
ㅡ¡Pero puedo faltar! Sólo será mañana, por favor, mamá. ㅡsu voz salió parecida a la típica rabieta de una niña pequeña. Su voz salió más aguda, en su rostro se percibía un leve puchero y su entrecejo estaba fruncido.
ㅡLisa, por favor. ㅡsu progenitora la miró fijamente por unos segundos. ㅡ ¿Quieres comportarte como una chica de tu edad? ㅡle reprochó.
Jennie sonrió levemente, podía derretirse de ternura al ver a la rubia toda disgustada e infantil.
ㅡNo puedes faltar, Lisa. Mejor vayan, mientras más rápido, más tiempo tendrás para descansar. Yo cuidaré de Jennie. ㅡdijo suavemente, mientras era abrazada por la omega pelinaranja. ㅡ No te preocupes.
La mirada de la alfa fue a parar hacia Jennie, las palabras lograron avergonzarla un poco, pero era exactamente lo que ella quería hacer... Solo quería cuidar a su futura omega y consentirla mucho.
Sin más argumentos o excusas de por medio, tanto Lisa como su madre se despidieron de las Kim. Recordando reunirse en cualquier momento para sumando la presencia del señor Manobal también.
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Era martes por la mañana y Jennie ya se sentía mucho mejor. Para su buena suerte, los días que su celo duraba no se excedían a más de cuatro días. Eso sí que era un verdadero alivio para ella.
Al bajar al primer piso, pudo percibir el delicioso olor de un fresco desayuno elaborado por su madre. Una gran sonrisa se dibujó en su rostro y con los mejores ánimos fue a ayudar en lo poco que faltaba. Un par de minutos y ya ambas se encontraban sentadas, degustando del jugo fresco de naranja junto a una gran porción de ensalada de frutas.
ㅡMamá, uhm... ¿Por qué llegaste anoche? ¡No me mal entiendas! ㅡse apresuró a decir aquello.ㅡ, pero es que dijiste que volverías recién hoy y pues ya me dio curiosidad. ㅡse encogió de hombros y Doyeon simplemente sonrió.
ㅡLas cosas pasaron mucho mejor de lo imaginado. En el evento hablaron y elogiaron nuestra empresa, fue una gran celebración. Sin embargo, tú sabes muy bien que no estoy acostumbrada a dejarte sola por un lapso demasiado largo, y más aún estando muy lejos. ㅡhizo una pequeña mueca de disgusto. ㅡ Mi loba y yo sabemos que no es correcto dejarte, cariño.
ㅡAh, te amo demasiado, mamá.
ㅡCachorra ㅡpronunció Doyeon, captando la atención inmediata de la omega una vez más. ㅡ Respecto a lo que pasó ayer... Yo estuve pensándolo mucho anoche. Y creo que deberíamos pasar un poco más de tiempo de calidad juntas.
Jennie miró a su madre con clara confusión, decidiendo dejar todo lo que hacía para poder escuchar mejor.
ㅡHace demasiado tiempo que no pasamos un desayuno juntas, como hoy. ㅡ sonrió con algo de tristeza por lo feo que sonó para ella algo como eso. ㅡ No podemos conversar por largas horas como quizás tú de repente quieras, y yo tampoco puedo hacerlo debido al estricto horario de mi empleo.
ㅡMamá... ㅡla omega mayor tomó la mano de Jennie y le dio lentamente amorosas caricias, recordando con añoranza cuando apenas era una cachorra. ¿Tan rápido pasa el tiempo?
ㅡAsí que hoy, a más tardar en una hora, iré a la empresa. Haré todo lo posible para pedirles un par de semanas de descanso, tipo vacaciones. No creo que rechacen mi propuesta, casi nunca se los he pedido, ni siquiera menciono esos temas. ㅡla pelinaranja se mantuvo en un tipo de estado de trance.
ㅡMamá, ¿ha-hablas en serio? ¿Puedes hacer eso? ㅡsu sonrisa fue ensanchándose. La alegría de tener a su madre más cerca de lo normal, la descolocaba positivamente de muchas maneras.
ㅡPor supuesto que sí, y si el señor Baek se niega, al menos le insistiré para que me deje hacer todos mis trabajos, informes y relleno de archivos desde aquí. Estoy segura que me dará el visto bueno, es un alfa muy noble y empático.
Jennie no esperó a nada para levantarse y abrazar a su madre con mucha fuerza, sonriendo de tan solo pensar en la idea y de que esta se vuelva cierta.
ㅡSé que te dirán que sí. ¡Muchas gracias, mamá! ㅡse separó levemente y Doyeon acunó el rostro de Jennie entre sus manos. ㅡ Atesoraré los futuros momentos como no tienes idea.
La omega mayor le dio un tierno beso en la frente y acarició su cabello con lentitud, siendo cegada por el infinito amor maternal que florece solo por y para Jennie.
Luego del agradable momento, tal y como Doyeon se lo dijo, fue rápidamente a alistarse para asistir al edificio donde trabajaba. Con todo el anhelo creciendo en su corazón para que puedan aceptarla y de esa manera no quitarle la emoción a su hija.
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Unos firmes toques en la puerta principal hicieron resonar toda la sala, y Jennie, quien se encontraba pacíficamente sentada leyendo uno de sus libros favoritos sobre romance, muy a su pesar tuvo que levantarse y acudir al llamado de quien sea que estaba afuera.
Ni bien giró la perilla, un cuerpo más alto que el suyo, la apresó en un fuerte abrazo.
Iba a reaccionar bruscamente, e incluso pensaba empujar a la mujer que se atrevió a tocarla. Más solo bastaron unos microsegundos para que a sus fosas nasales se colara el especial aroma de café y menta.
Lisa. Era ella.
ㅡ¡Nini! ㅡla mencionada esbozó una gran sonrisa y correspondió el abrazo, rodeando con sus brazos el torso de la alfa. ㅡ Te extrañé mucho hoy.
Un delicado beso fue a parar a la nariz de la omega, haciéndola sonrojar.
ㅡHola Lisa. Me alegra tenerte aquí. ㅡsu voz demostraba la alegría y el cariño que sentía justamente. ㅡ Ven, toma asiento.
Jennie cerró la puerta y se dirigieron con calma hacia la pequeña sala.
ㅡIntenté juntar la mayor cantidad de apuntes sobre tus clases a unos compañeros tuyos, quería dejártelo para que no te atrases demasiado. Además —con rapidez se quitó la mochila y de esta sacó una polera de color negro. ㅡ Traje esto para que lo puedas usar mañana, uh... pues ㅡdesvió la mirada algo avergonzada ㅡ, tiene... Tiene mi aroma, es para evitar que te fastidien otros estúpidos alfas. ㅡdijo lo último reteniendo un leve gruñido.
La omega sonrió y abrazó de nueva cuenta a Lisa, expresándole todo su aprecio y amor. ㅡ Muchas gracias, alfa.
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