Capítulo 4

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ㅡHey, Jennie. Detente, por favor. ¿Estás bien? ㅡcuestionó Lisa con preocupación, mientras la pelinaranja iba corriendo a quién sabe dónde. ㅡ Espérame.

Manobal sabía que algo malo había pasado. Estaba tranquilamente sentada en el comedor junto a Jisoo, conversando de temas triviales mientras comían como ya hace varios días. Todo estaba bien, hasta que escuchó una pequeña fuente de metal caerse, desparramando la comida que yacía ahí y viendo como Seojoon tironeaba del brazo a la pequeña omega hasta tal punto de perder el equilibrio y caer al suelo.

Todos quedaron absortos mirando la escena, murmuraciones cada vez más fuerte, pero nadie se acercaba a ayudarla.

Cuando Lisa estaba ya por levantarse, vio como Jennie limpió bruscamente algunas lágrimas con la manga de su polera. Analizó que aquel delicado rostro reflejaba tristeza pura a la par de que sus ojitos se veían muy rojos, seguramente tratando de ocultar el llanto.

Solo bastó dar un parpadeo y Jennie pasó rápidamente por su lado, saliendo del comedor a toda prisa.

ㅡIré a buscarla. ㅡfue su último aviso, muy segura de sí.

Jisoo percibía que algo en las lobas de las chicas ocurría, y es por eso que apoyó la decisión de la otra alfa. Adoraba a Jennie hasta tal punto que quería que esta sea amada y respetada de la forma en la que realmente se merecía.

Actualmente se encontraban así...

Lisa notó que la omega subió las escaleras de la facultad, al parecer yendo a la azotea. Suspiró con lentitud y siguió sus pasos.

ㅡNo me sigas, p-por favor, quiero estar sola.

«No podemos hacerlo»

ㅡSolo quiero asegurarme si estás bien o si te lastimó. Déjame hacerlo. ㅡhabló dulcemente, haciendo que la loba de la omega se regocijara ante la firmeza y suavidad de las palabras de aquella alfa.

Jennie negó, observando todo a su alrededor ni bien pisó la azotea, se encaminó hacia los barandales y acomodó sus antebrazos ahí, mirando con detenimiento lo que sucedía allí abajo.

La alfa que no tardó más que segundos, se dirigió al lado donde estaba la omega e hizo lo mismo, a excepción que ella observaba con lentitud el inmaculado y etéreo perfil de Jennie.

La menor cerró levemente sus ojos, disfrutando del fresco viento acariciar sus mejillas y sentir cómo unas lágrimas bajaban por su rostro hasta desaparecer cerca de su mandíbula.

Dolía, realmente sentía como su corazón se oprimía hasta tal punto de sentirse asfixiada.

Lisa soltó lentamente el aire que retuvo por unos segundos y su loba bajó la cabeza con tristeza y decepción. Se sentía mal al saber que su omega sufría y ella no pudo detenerla en el momento preciso.

«Todo vas estar bien, tranquila» ㅡintentó animar a su loba.

«Ella no se merece esto, Lisa» ㅡrespondió la loba, deprimido, con la cabeza gacha y a punto de dar aullidos lastimeros.

«No, pero para eso estamos nosotras. Debemos ser fuertes por ellas, tienes que ayudarme»

Sintió como se removió dentro suyo mientras su cabeza se movía de un lado al otro, tratando de disipar el aura oscura que estaba sobre ella.

ㅡJennie... No deberías seguir con todo esto.

La mencionada abrió con lentitud sus ojos y miró con atención a la alfa.

ㅡEstás siendo lastimada.

ㅡTal vez ㅡhabló con la voz sumamente frágil. ㅡPero no debe importarle a alguien.

ㅡClaro que sí. ㅡconectaron sus miradas. ㅡ Nadie, absolutamente nadie merece ser tratado de esta manera. No importa que sea tu padre, hermano, amigo o pareja... No tienen el poder sobre ti. No puedes dejar que te lastimen. ㅡexplicó con lentitud, arrastrando cada frase en el que la sinceridad desbordaba.

ㅡY seré directa, quizás te asustes pero... Esto me preocupa... T-tú, me importas.

ㅡ¿Cómo puedes decir eso? ㅡsoltó tan de repente, con confusión y cierta molestia. ㅡ Somos solo un par de desconocidas, tengo alfa, no puedes ser tan atrevida. ㅡtrató de ponerse a la defensiva. Ignorando las quejas que su loba le decía por comportarse de esa manera.

ㅡTienes un alfa que no te merece. ㅡcontestó con rapidez, haciendo callar a la omega.

ㅡSolo somos un par de desconocidas, y ya. —dijo en tono bajo, mientras descendía la mirada a sus dedos.

Lisa se acercó y tomó aquellas pequeñas manos entre las suyas, haciendo que la omega se sorprendiera y se alejara evitando el contacto.

ㅡP-perdón, solo... Déjame conocerte. ㅡsusurró, estando más cerca. ㅡ Hagamos que la palabra 'desconocida' desparezca entre nosotras.

Jennie cerró instintivamente sus ojos, haciendo que la omega dentro disfrutara de la lenta y aterciopelada voz de la alfa.

ㅡD-déjame estar cerca tuyo.

Kim sentía como aquellas palabras se repetían en su mente, como una canción de cuna calmando de a poco su corazón. La alfa decidió soltar feromonas y Jennie sintió como todo en ella se arrullaba lentamente, arrullándola y dejando en el olvido lo que pasó hace media hora atrás.

Café dulce y un toque suave de menta. Ese era el aroma que la alfa emanaba.

La loba omega sintió como aquel dulce y agradable olor la tranquilizaba, sintiendo una calidez pura y reconfortante instalarse en cada fibra de su ser.

ㅡ¿Puedes permitirme aquello? ㅡvolvió a insistir y la omega cayó en la fría realidad que se encontraba.

Se separó bruscamente de Lisa a la par que abría sus ojos, no se había percatado de la poca distancia entre ambas.

La alfa pudo sentirlo... Jennie tenía miedo.

Aquellos bellos orbes color miel se movían de un lado al otro con nerviosismo, callando todo lo que tal vez deseaba decir.

Empezó a retroceder, mientras negaba con uno de sus dedos a la altura de su pecho. ㅡ N-no, no puedo ha-cerlo. ㅡbisbiseó.

Lisa intentó detenerla, pero en un ágil movimiento la omega bajó las escaleras. Saliendo rápidamente de su campo de visión.

Tomó con exasperación su cabeza, apretando entre sus dedos su cabello. Chasqueó la lengua y trató de mantener la calma.

De no enojarse con el inútil destino que había puesto en su camino a tan preciosa omega que se aferraba a alguien que no merecía.

Trataba de evitar con todas sus fuerzas no ir y pelear con Seojoom, aquel estúpido alfa que no debía ni siquiera la amistad de alguien.

Porque le estaba pareciendo que todo era injusto...

ㅡPuedo tratarte mejor de lo que él puede.

Susurró, sintiendo sus ojos arder y su vista empezar a nublarse de a poco. 

 

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Treat you better | Jenlisa  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora