Ha pasado un año desde la primera derrota de XANA, pero parece ser que la guerra no había terminado. Ace McDougal es un estudiante de la academia Kadic llegado de Australia, de familia adinerada. Pero si dejar atrás su antigua vida no fuese lo sufic...
Llevábamos un buen rato dentro de la fábrica intentando también por nosotros mismos saber donde demonios estaba Anthea, a estas alturas, se habrán llevado a los demás al mismo sitio donde estaba ella capturada... donde quisiera que estuviese.
- Ace, ¿ha dicho algo Xana de donde están? - Pregunta Jeremie muy confuso. Hacía por lo menos una hora que el no teniamos noticias de el.
- ¡Maldición!, aun no consigo contactar con él, esta claro que hay algo que no va bien - Dije temiéndome lo peor.
- ¡Tened paciencia!, Hannibal le estará vigilando y estará llevando a cabo su papel de infiltrado. Tal vez no sea el momento oportuno - Espetó Taelia quitándole hierro al asunto. Aunque aun asi me extrañaba ya que Xana tenía sus recursos para contactar conmigo a través de mi propia mente, sin que nadie se enterase. De todas formas los chicos ya habían sido secuestrados bajo amenaza de una pistola en la cabeza dos veces: una en Kadic y otra en la fábrica junto con Dido y la Sra Hertz, la cual ha resultado ser otra agente del FBI escondida en nuestro cole haciendo de profesora de ciencias. Era difícil que la situación se pusiera mas inquietante.
- Tal vez deberíamos intentar entrar en la sala del superordenador, o al menos echar un vistazo desde la distancia para ver que esta pasando. Vamos por la sala de calderas, ¿allí había una entrada, no? - Le pregunté a Jeremie
- Si, eso es. Es por donde Nicholas y Herb intentaron entrar y casi descubren el superordenador -
- Vale, con un poco de suerte alli no habra agentes de Green Phoenix, esta demasiado oscuro. Echaremos un vistazo por esa pequeña abertura - Una vez llegamos, no recordaba lo tétrico que era ese sitio, no se, los sitios abandonados siempre me han dado escalofríos, para bien y para mal. La sala estaba repleta de telarañas por lo que ahí estaba Taelia, encogida intentando no gritar, la pobre tenía un fobia infernal a las arañas... otra cosa en la que no somos muy diferentes que digamos.
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Seguía sin haber rastro de los demás, todo estaba demasiado tranquilo. Ese sepulcral silencio fue roto por las inteligibles conversaciones de un grupo de personas en el laboratorio y por el sonido de alguien tecleando con demasiada destreza.
- ¡Bah, no es mas que un virus informatico, no le duele!, cuando todo esto termine tendremos todo este mundo a nuestros pies, la economía colapsara, habrá revueltas por todas partes... ya sabes, si en una civilización escasean los bienes de primera necesidad tardará en desmoronarse menos de 10 días. Hay que decir que Franz Hopper nos ha hecho un buen regalito creando a este pequeñín - Dice el que me pareció que era Tyron hablando con Hannibal. Me asomé y ahí estaba Xana sentado en el sillón verde donde solía estar Jeremie controlando el superordenador. Esta vez no tenía expresión en su cara, con la mirada perdida en la pantalla, la piel pálida y los ojos habían pasado de aquel bello color azul oscuro a ser rojos. Envuelto en furia y ganas de arrancarme el pelo, no podía creer lo que le estaban haciendo, por supuesto que le dolía, podía sentirlo y verlo en sus ojos.
