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— Yoongi Hijo ¿Estás bien? ¿Cómo te fue? — preguntó su madre apenas lo vio salir del salón donde antes permaneció durante un par de minutos que a su vez fueron muy confusos y largos.

Parpadea aún confundido por lo sucedido no sabiendo que decir al darse cuenta de que sus padres y los de Taehyung le miraban esperando, quizás, una respuesta favorable a lo cuestionado por su progenitor y las miradas pesadas de los señores Kim advertían de una amenaza potencial si decía algo incorrecto.

—Estuvo bien, no hay nada de que preocuparse.—dice recomponiendo la compostura ante los presentes. Inhala nuevamente dejando que el aroma a lavanda de Taehyung desaparezca de sus fosas nasales, es inusual que un aroma floral se quede demasiado tiempo en su nariz, sus pulmones aún resguardaban su aroma como un recuerdo confuso dentro de su cuerpo.

—¿Mi hijo Taehyung es de tu agrado?— la madre de Taehyung pregunta sin rastro de incertidumbre en su voz. Sólo formalidad y amabilidad ligera, que apuesta esta más que ensayada y espera un desliz de su parte, quizás buscando algo más allá de lo preguntado.

Pero sabe que no debe dudar al responder porque de lo contrario sus padres y su familia se vería en problemas, mentir no entra en esta ocasión así que responde con firmeza y calma.

—Es, sin duda, encantador.— responde aclarándose la garganta. —Gracias por darme el gran honor de convertirme en su pareja.

Siente la mirada de todos sobre él con cuestiones al respecto y su comportamiento, hay algo de incertidumbre en los ojos de los Kim que le hacen preguntarse el porque del interés que tienen ante la pequeña y rápida reunión con su hijo.

—Gracias por aceptar este acuerdo. Estoy seguro de que mi primogénito será un omega competente para vuestras necesidades, y que se esforzará por complaceros todos los días de vuestra vida juntos— asiente no muy conforme ante las palabras de la señora Kim, oculta el disgustó que azotó su cuerpo a la referencia con la que siguen tratando a los omegas. Especialmente los que se crían dentro de los líderes de clanes; es bien sabido por todos la clase de vida esclaviza que llevan desde cachorros y afán de ser los "mejores Omega" dep clan para dar hijos a su familia para continuar con su linaje.

Nada fuera de lo común para comentar sobre la aptitud de un omega para complacer a su alfa, siendo lo primordial el dejar en claro la capacidad para llevar a cabo las labores domésticas, el ser sumiso y devoto de su esposo e hijos en el matrimonio.

Dejando el claro que la familia Kim es demasiado tradicional como todas las demás, quizás aún más dado el poder y importancia que tiene el clan Kim dentro de la sociedad. Haciendo resaltar que están por encima de todos, especialmente la suya al pertenecer a un clan pequeño y pobre.

— Gracias, señora Kim.— agradece ocultando el desagradó en sus palabras.

Y eso es lo único que pronuncia durante el resto de la visita, las únicas palabras que logran salir de su boca el resto de la tarde de regreso a su hogar.

No dice nada durante el viaje, tampoco durante la silenciosa y asfixiando cena en la que reúnen en familia a las siete de la noche. Sus pensamientos siguen absortos en lo que está por acontecer en pocas horas, procesando sí la decisión que tomó es la correcta y lo más importante; hay algo en el Omega Kim que le causa intriga, hay algo en él que le ocultan, quizás, tal vez es simplemente es su mente la que le juega en contra al no lograr procesar su próxima boda.

Pasa el resto de la noche empacando lo poco que puede llegar en sus valijas.

Apesar de lo concentrado que se encuentre la en su labor se da cuenta de que Namjoon entra a su habitación, golpeando los pies contra la madera del suelo, en pasos pesados que avisan de su repentina llegada.

Demasiado pesado y desganado que sabe que en el fondo hay algo que no está bien con su amigo, pero está demasiado preocupado por su propio futuro que lo deja pasar por alto.

Termina de guardar sus abrigos de invierno y se pone de pie, sintiéndose acalambrado de las piernas por haber permanecido mucho tiempo hincado acomodando sus cosas.

Coloca otra túnica en su baúl y levanta una mano, huele a lavanda, es extraño que siga oliendo a lavanda después de tantas horas de que se fue de la casa Kim, frunce el ceño y se quita la camisa importandole poco si Namjoon permanece sobre la cama observándolo, quizás ni siquiera lo está mirando, tal parece que su mente esta en otro lugar y ciertamente no quiere interrumpirlo de sus pensamientos.

Coloca la última vasija al lado de la puerta junto al resto observando lo vacía y pulcra que quedó su habitación, los discos y libros dejaron de ocupar las paredes blancas de repisas, los cajones vacios sin su ropa, zapatos y demás permanecen empaquetados dentro de las vasijas en la espera de partir a primera hora al hogar en el que permanecerá el tiempo que dure su matrimonio.

Suspira profundamente observando a su alrededor, sabe que no hay vuelta atrás, quizás jamás regrese a su casa después de casarse o tal vez lo manden de regreso al acompletar la razón por la que fue elegido. No lo sabe y eso lo tiene en incertidumbre.

— Voy contigo.— parpadea confundido sin haber entendido lo que su amigo afirmó.

Lo voltea a mirar con confusión quizás esperando que sea una alucinación de su parte y que lo que escucho no sea lo real y correcto.

— ¿Eh?

— Voy contigo a dónde Kim, puedo ir de sirviente si es lo que más te parece o buscar un trabajo allá en cuanto llegue. — su semblante sereno y calmado no estaba en su rostro, no había algo conocido en el rostro de su amigo y colega, pero existía ese don que solo tenía él para lucir seguro con lo que estaba diciendo, mucho más seguro de irse de lo que estaba el.

— ¿De qué hablas?— interroga confundido, no logrando procesar lo que está diciendo su amigo.

— Cancelé la boda con Soyoon.

— ¿Por qué? ¿Sucedió algo? — la mirada sombría y dolida de su amigo le confunde.

Quiere insistir pero no es lo correcto así que espera pacientemente lo que tiene que decirle, algo grave dada la decisión a la que llego.

¿Por qué cancelar el compromiso con Soyoon?

Sabía muy bien que su matrimonio era arreglado desde la infancia, como dictaba la tradición y por el hecho de que era el alfa primogénito de su familia; Namjoon estaba comprometido con Soyoon y ambos lo aceptaban, por lo que sabía su amigo quería a Soyoon y ella a él, tenían cientos de planes para después de su matrimonio.  ¿Por qué romperían un compromiso de años?

Casi vivían juntos en la casa que Namjoon construyó desde muy joven, sus trabajos eran similares y por lo que sabía tenían muchas cosas en común, eran la pareja perfecta, lo único que les faltaba era enlazarse completamente,

—Me engaño.

¿Qué responder? No sabía que decir o si debía decir algo. Se quedó mudo por largos minutos sin lograr atreverse a decir algo por lo inesperado y desconcertante de la noticia, un hecho que rebasó los límites de la confianza y el cariño que le tenía Namjoon a Soyoon.

—.. los encontré en nuestra cama y ella ni siquiera de atrevió a explicar la situación..— el dolor en las palabras de su amigo le calaron en el fondo de su corazón al ver lo destrozado que de veía su amigo.— Fui con sus padres y apesar de que les expliqué lo sucedido no quieren que la ceremonia se cancelé.— La rabia se apoderó de su cuerpo al escuchar aquello.—.. No quieren que los lazos de nuestras familias se rompan por algo que ellos consideran un error de un rato.

— ¡Qué mierda! ¿¡Qué les pasa!?

— .. no quiero hablar más de esto, solo.. solo quiero descansar por esta noche y mañana partir de aquí.. no quiero quedarme un día más en este lugar. ¿Es posible que pueda ir?

— Hablaré con mi padre y pediré que autoricé tu salida del clan.. es posible que te deje ir si le explicamos las razones.. aunque no creo que quiera que vayas a la casa de los Kim.. pero buscaré la forma de arreglar eso. No te preocupes.

Luceros vacios 💜 YoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora